
Haneen Nasser tiene 24 años y vive en Siria. Belén Nazer tiene 37 y vive en Parera, un pueblo de La Pampa. Las separan 13 mil kilómetros de distancia. Se conocieron por chat y descubrieron que son primas. Ahora Haneen llegará a la Argentina con status de refugiada política y Belén le dará cobijo en su casa.
El bisabuelo de Belén arribó al país como inmigrante a fines del siglo XIX. En el año 2012, mientras rastreaba en su genealogía para hallar familiares, Belén encontró a Haneen Nasser, una joven de Latakia, provincia de siria sobre las costas del Mediterráneo desde donde habían partido sus ancestros. Los primeros chats, en inglés, fueron breves. Pero con el correr del tiempo se hicieron más extensos y llegaron a tener charlas de hasta 4 horas. En esas conversaciones, primero por Facebook y más tarde por Skype, Haneen le contaba sobre los amigos que emigraban de Siria por la amenaza de la guerra.
“Me contaba lo que pasaba. Los amigos se iban: uno a Alemania, otro a Turquía. Al principio, la guerra le parecía lejana. Pero el año pasado los combates llegaron a su ciudad”, cuenta Belén.
En Lataquia la vida cotidiana se hizo imposible: tenían 8 horas de electricidad por día y casi nulo servicio de Internet. Conseguir comida comenzó a ser un drama. Un día, Haneen fue al grano: “Belén, ¿podrías darme refugio en tu país?”, preguntó la chica. En octubre del año pasado, Belén fue a la delegación Migraciones de La Pampa y preguntó cómo hacer para ayudar a su prima.
“Cuando se decidió a venir me dijo que no quería salir en barco porque era una lotería llegar vivo”, explica Belén. Hannen pidió una visa de refugiada desde Siria y Belén siguió paso a paso con los trámites del Programa Especial de Visado Humanitario para extranjeros afectados por el conflicto de la República Arabe Siria. Se ofreció como “familia llamante”, una figura que ofrece ese programa. Haneen y Belén pelearon siete meses para conseguir las autorizaciones.
El pasado fin de semana, en el consulado argentino de Líbano le sellaron la visa a Hannen. “Fue una felicidad enorme. Las dos gritábamos de alegría. Pero hasta que no esté acá, no me voy a quedar tranquila”, dice Belén.
Belén relató que los trámites fueron muy minuciosos. “Nos investigaron a ella y a mí. Vino gente de Cancillería que sacó fotos en mi casa, en mis habitaciones”, detalló. “Buscan investigar todo lo relacionado con terrorismo y también las ideas que defendemos. A ella (a Haneen) también la investigaron”, dijo.
Haneen dejará en Siria a sus padres, una hermana y un hermano. “El padre es ingeniero civil, pero tiene poco trabajo. La hermana estudia arte en Damasco y el hermano hizo el ingreso a la universidad”, contó Belén.
Haneen ya estuvo un año como refugiada en Turquía. “No quiso renovar la visa. Dice que la discriminaron”, aseguró Belén. Y dice que el suyo, alejado de motivaciones políticas, “es un acto de amor”.
La Asociación Árabe de La Pampa también peleó por el otorgamiento de la visa a Haneen Nasser. Realizó gestiones ante la cancillera Susana Malcorra para agilizar los trámites burocráticos que se extendieron por nueve meses.
La joven siria va a estar llegando a Parera el día sábado por la mañana y el día domingo será agasajada por la Asociación Árabe de la localidad.(InfoGEI) Mg
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