El 11 de septiembre se conmemora un nuevo aniversario del fallecimiento de Domingo Sarmiento, el Maestro de la Patria. Para recordarlo, se homenajea a los docentes en todo el país.

 

Sin duda no hay argentino que haya contribuido más al desarrollo de la educación que Domingo Faustino Sarmiento. Durante su Presidencia (1868-1874) se propuso elevar el nivel social de amplios sectores de la sociedad a partir de una fuerte acción educativa impulsada por el Estado. En ese entonces la educación era privilegio de un sector muy reducido de la sociedad, perteneciente o muy estrechamente relacionada con la clase dominante. Sarmiento abogó por una educación popular: “Lo que necesitamos primero –dijo– es civilizarnos, no unos doscientos individuos que cursan las aulas, sino unos doscientos mil que no cursan ni las escuelas”.

 

Es por ello que en 1943, a 55 años de su fallecimiento, la Conferencia Interamericana de Educación -integrada por educadores de toda América- se reunió en Panamá y estableció el 11 de septiembre como Día del Maestro.

 

Sus ideas, pese a su carácter progresista, eran vistas con recelo por parte de la oligarquía y la Iglesia, a los que Sarmiento explicaba que lejos de poner en peligro sus intereses, los reproducía y confirmaba: «Para tener paz en la República Argentina, para que los montoneros no se levanten, para que no haya vagos, es necesario educar al pueblo en la verdadera democracia, enseñarles a todos lo mismo, para que todos sean iguales… para eso necesitamos hacer de toda la república una escuela.» Al régimen aristocrático opuso el democrático, dentro de los cánones de la época: “la escuela para todos; el colegio para los que pueden; la universidad para los que quieran”. Después de analizar presupuesto de instrucción pública, le escribe una carta a Rojas Paul:  “El Congreso de la República Argentina da 100.000 pesos fuertes para las escuelas en que debieran educarse 400.000 niños, y 280.000  pesos para los colegios en que sólo se educan 1.500, sin que nadie sepa por qué esos y no otros niños son los tan ampliamente agraciados”.

Su gran pasión era lo que llamó “educación popular”, “educación nacional” o también “educación común”: “La educación más arriba de la instrucción primaria la desprecio como medio de civilización. Es la educación primaria la que civiliza y desenvuelve la moral de los pueblos. Todos los pueblos han tenido siempre doctores y sabios, sin ser civilizados. Por eso son las escuelas la base de la civilización”. En consecuencia, durante su presidencia impulsó la educación fundando en todo el país unas 800 escuelas.

Durante la presidencia de Roca ejerció el cargo de Superintendente General de Escuelas del Consejo Nacional de Educación. En 1882, logró la sanción de su viejo proyecto de ley de educación gratuita, laica y obligatoria, que llevará el número 1420. Por supuesto, no puede verse en esta postura un rasgo de ateísmo o actitud contraria  a la religión. Sarmiento estaba convencido de la mayor eficacia de la educación laica y, por otra parte, creía que imposición de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas se oponía a los principios de libertad sostenidos en la Constitución de 1853.

 

La magnitud y alcance la obra educativa de domingo Faustino Sarmiento solo se entiende cuando se la considera en el contexto de su modo de pensar la realidad Argentina de su época, como un conflicto entre civilización y barbarie. La educación se revela como el aspecto más luminoso del “Maestro de la Patria” que contrasta con otros aspectos más polémicos y antipopulares de su accionar político.  No obstante, la figura de Sarmiento a trascendido su propia historia y hoy se ha convertido en un símbolo del gigantesco esfuerzo que miles de docentes argentinos desarrollan día a día.  

 

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7 COMENTARIOS

  1. Que cosa.
    Aún sigue siendo polémico.
    Son muchas las cosas que me separan de Sarmiento.
    Pero no podemos negar que fué un brillante intelectual de la derecha. Cosa que hoy no podemos encontrar.
    Sin dudas que polemizar con Sarmiento enriquece.
    Sigue siendo un MAESTRO.

  2. Sarmiento, tu objetivo ha sido cumplido, la masa popular ignorante que tanto detestabas ahora te admira e idolatra.
    Fuera ya los bustos en las escuelas de este detestable personaje que supo matar indios y gauchos.
    Soy docente y no representa el más mínimo ideal de igualdad y libertad que se le adjudica.

  3. “SI LOS POBRES DE LOS HOSPITALES, DE LOS ASILOS DE MENDIGOS Y DE LAS CASAS DE HUÉRFANOS SE HAN DE MORIR, QUE SE MUERAN PORQUE EL ESTADO NO TIENE CARIDAD, NO TIENE ALMA. EL MENDIGO ES UN INSECTO, RECOGE LOS DESPERDICIOS. ¿QUÉ IMPORTA QUE EL ESTADO DEJE MORIR AL QUE NO PUEDE VIVIR POR SUS DEFECTOS?¿LOS HUÉRFANOS SON HIJOS DE PADRES VICIOSOS, NO SE LES DEBE DAR MÁS QUE DE COMER».-(Domingo Faustino Sarmiento en el Senado de BS AS, 13 DE SEPTIEMBRE DE 1859).-
    ¡¡¡ VIVA SAN MARTIN!!!¡¡¡VIVA GÜEMES!!!¡¡¡VIVA ROSAS!!! ¡¡¡VIVA PERON!!!

  4. hay una parte de este personaje que ha sido sistemáticamente ocultada. Para ir descorriendo el velo de la mentira se presentan extractos de algunos de sus innumerables escritos…

    El gaucho argentino: «Se nos habla de gauchos… La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esta chusma criolla incivil, bárbara y ruda, es lo único que tienen de seres humanos». Carta de Sarmiento a Mitre del 20/09/1861.

    La masa popular: «Tengo odio a la barbarie popular… La chusma y el pueblo gaucho nos es hostil… Mientras haya un chiripá no habrá ciudadanos, ¿son acaso las masas la única fuente de poder y legitimidad?. El poncho, el chiripá y el rancho son de origen salvaje y forman una división entre la ciudad culta y el pueblo, haciendo que los cristianos se degraden… Usted tendrá la gloria de establecer en toda la República el poder de la clase culta aniquilando el levantamiento de las masas». Carta de Sarmiento a Mitre del 24/09/1861.

    Huérfanos: «Si los pobres de los hospitales, de los asilos de mendigos y de las casas de huérfanos se han de morir, que se mueran: porque el Estado no tiene caridad, no tiene alma. El mendigo es un insecto, como la hormiga. Recoge los desperdicios. De manera que es útil sin necesidad de que se le dé dinero. ¿Qué importa que el Estado deje morir al que no puede vivir por sus defectos?. ¿Los huérfanos son los últimos seres de la sociedad, hijos de padres viciosos, no se les debe dar más que de comer». Del discurso en el Senado de la Provincia de Buenos Aires, 13/09/1859.

    Masacre patriótica: «Necesitamos entrar por la fuerza en la nación; la guerra si es necesario» (1861). «Los sublevados serán todos ahorcados, oficiales y soldados, en cualquier número que sean» (1866). «Es necesario emplear el terror para triunfar. Debe darse muerte a todos los prisioneros y a todos los enemigos. Todos los medios de obrar son buenos y deben emplearse sin vacilación alguna, imitando a los jacobinos de la época de Robespierre» (1844). «La invasión de las Malvinas por parte de los ingleses es útil para la civilización y el progreso», El Progreso, 28/12/1842. En el tomo 4º, pág. 12 de sus obras completas se lamenta de la derrota de los ingleses cuando nos invadieron.

    La Patagonia: «He contribuido con mis escritos aconsejando con tesón al gobierno chileno a dar aquel paso… El gobierno argentino engañado por una falsa gloria, provoca una cuestión ociosa que no merece cambiar dos notas. Para Buenos Aires tal posesión es inútil. Magallanes pertenece a Chile y, quizá, toda la Patagonia… No se me ocurre , después de mis demostraciones, cómo se atreve el gobierno de Buenos Aires a sostener ni mentar siquiera sus derechos. Ni sombra ni pretexto de controversia le queda». El Progreso, 11 al 28 de noviembre de 1842 y «La Crónica», 11/03/1849, 04/08/1849 y 29/04/1849. «Es una tierra desértica, frígida e inútil. No vale la pena gastar un barril de pólvora en su defensa. ¿Por qué obstinarse en llevar adelante una ocupación nominal?». «El Nacional», 19/07/1878.

    El Pueblo Paraguayo: «Estamos por dudar de que exista el Paraguay. Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto ciento cincuenta mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traería la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie… Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse». Carta a Mitre de 1872.

    El Indígena: «¿Lograremos exterminar los indios?. Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa calaña no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso. Su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado». «El Progreso», 27/09/1844, «El Nacional», 19/05/1887, 25/11/1876 y 08/02/1879.

    Patriotismo: «Los argentinos residentes en Chile pierden desde hoy su nacionalidad. Chile es nuestra patria querida. Para Chile debemos vivir. En esta nueva afección deben ahogarse todas las antiguas afecciones nacionales». «El Progreso», 11/1/1843.

    Artigas: «Artigas es un bandido, un tártaro terrorista. Jefe de bandoleros, salteador, contrabandista, endurecido en la rapiña, incivil, extraño a todo sentimiento de patriotismo, famoso vándalo, ignorante, rudo, monstruo, sediento de pillaje, sucio y sangriento ídolo con chiripá. Ese salvaje animal que enchalecaba hombres con cuero fresco lleva por séquito inseparable el degüello y la devastación». Obras Completas, tomo 17, págs. 87 y 92; tomo 15, págs. 348 y 349 y tomo 38, pág. 280.

    Religión: «Franklin en moral avanza sobre la moral misma de Jesucristo» (01/01/1886). «Los frailes y monjas se apoderan de la educación para embrutecer a nuestros niños… Ignorantes por principios, fanáticos que matan la civilización, emigrantes confabulados y récua de mujeres; basura de Europa, son la filoxeta y el cardo negro de la pampa, hierba dañina que es preciso extirpar». Febrero de 1883.

    Democracia: «La muerte de Benavídez es acción santa sobre un notorio malvado. Dios sea loado.» «El Nacional», 28/10/1859. «En las provincias viven animales bípedos de tan perversa condición que no sé qué se obtenga con tratarlos mejor». Informe a Mitre de 1863.

  5. SARMIENTO FUE UN REGRANDISIMO H D P… LEAN EL FACUNDO Y VAN A VER QUE GRAN TIPO! JAJAJAJA…

  6. Yo me pregunto si alguna vez se podran cambiar la forma en que vemos a nuestros proceres y empezar a estudiarlos desde su ideologia y su personalidad real y no la historia acartonada y de figuritas de los manuales.
    Les recomiendo que lean»Pedagogia de la desmemoria» de Marcelo Valko, les aseguro que se van llevar mas de una sorpresa.

  7. Hasta que llegó al poder un gran iluminado que sentenció: Alpargatas sí, libros no!!
    Y a partir de ese momento la educación en el país fue cayendo en picada.
    El libro de texto obligatorio de las escuelas era la novela de eva y el coronel, lo demás no importa.
    Es más fácil gobernar un pueblo ignorante, con discursos tribuneros y de trinchera, que a un pueblo preparado.
    “Para tener paz en la República Argentina, para que los montoneros no se levanten, para que no haya vagos, es necesario educar al pueblo en la verdadera democracia, enseñarles a todos lo mismo, para que todos sean iguales… para eso necesitamos hacer de toda la república una escuela.” IMPRESIONANTE, NADA QUE AGREGAR.

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