Un final dramático tuvo el festival de boxeo profesional que se desarrolló en el Club San Nicolás el sábado por la noche, y que culminó ya en la madrugada del domingo de la peor manera. Después de un tremendo combate de fondo que terminó empatado en fallo dividido entre el uruguayo Eduardo Abreu y el santafesino Hugo Santillán (nacido en Ceres, radicado en Villa Constitución), la conmoción y la desesperación se apoderaron de la escena.

Mientras el locutor oficial anunciaba el fallo de la pelea, Huguito perdió notoriamente estabilidad y un colaborador lo sostuvo “de pie” hasta conocerse el resultado. Segundos después, el púgil intentó dirigirse hacia su esquina y se desplomó en el ring ante el silencio generalizado del público. A partir de allí, no volvió a recobrar el conocimiento. El joven de 23 años fue asistido con oxígeno y rápidamente trasladado al Hospital San Felipe, donde ingresó inconsciente y quedó en terapia intensiva.

Cerca del mediodía del domingo, Huguito fue operado de urgencia por un coágulo cerebral, y desde el nosocomio informaron que los profesionales lograron sacarlo de dos paros cardíacos, dejando de manifiesto la gravedad del cuadro. El boxeador logró superar la cirugía y al cierre de esta edición se mantenía estable, aunque sin conocimiento y con serio riesgo de muerte.

Desde la misma madrugada del domingo, cuando se conoció la noticia, las redes sociales se llenaron de cadenas de oración por Santillán y también de repudio, tanto al deporte en sí (más allá del conocimiento que tienen los boxeadores de los riesgos que se corren) como a la organización, juzgando algún accionar de supuesta negligencia.

Amigos y familiares del boxeador pasaron todo el domingo en el hospital aguardando novedades, en tanto que cargaron contra el promotor Osvaldo Rivero por no hacerse presente en tan difícil momento.
Diario El Norte

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