Con más de cuatrocientos años Baradero posee tesoros invalorables que vemos a diario pero no reparamos en su belleza y valor en lo arquitectónico, histórico o sentimental. El Café de los Angelitos es uno de ellos, por suerte su actual propietario y uno de los herederos de este lugar, supo ver la importancia de ese bar nacido a fines del 1800 y decidió comprometerse.

Con esfuerzo y buen gusto, lo fue aggiornando sin que pierda su esencia. En el viejo mostrador se mezcla lo antiguo con lo nuevo, en las paredes los cuadros fileteados homenajean a cantores populares, allí se encuentra el Polaco Goyeneche con Charly García, Troilo con el Indio Solari y tantos más dispuestos en las viejas paredes. Frases, botellas, espejo, carteles, los naipes y las mesas forman también parte de este espacio único. La decoración si bien es intensa mantiene piezas históricas que son el corazón del bar.

Como parte de una de las actividades para la semana santa, la secretaría de turismo, educación y deporte, promovió este viernes una visita guiada a este lugar.

Salvador Sabatella es un joven carpintero que la vida lo puso al frente de este valiosísimo bar, algo que el sabía desde chico teniendo en cuenta que es el único varón de cuatro hermanos, hoy se vistió de guía y con un claro entusiasmo le contó a los presentes, de nuestra ciudad y turistas, la historia del bar.

La historia del Bar de Los Angelitos coincidentemente comienza con un Salvador; “Mi tío Salvador estuvo unos quince años en sociedad con Puebla, después en un momento pasa a manos de Carlos Sabatella, mi padre, junto a Siegenthaler y está por el periodo de unos cuarenta años y yo tomo la posta de esto que nos ha marcado durante tantos años a mí y a mi familia.

Salvador, cada día mas feliz por los logros, apostó a la comida de bodegón, para los baraderenses y turistas:

“Hoy se está trabajando muy bien, la gente de Baradero encuentra un lugar que antes no encontraba, los que vinieron siempre están más contentos y siguen viniendo, los que se habían ido volvieron, la gente de afuera pasa, mira, se saca una foto, entra, pregunta, lo que yo quería cuando empecé hace dos años porque veía que la gente de afuera miraba y yo sentía que faltaba algo y hoy eso se logró y para mí eso es importantísimo, me es muy gratificante que la gente entre y se saque una foto, que se saque una foto con el fileteado de los vidrios, con cosas que uno fue sumando y que estaban, me parece que fue una de las decisiones por la cual me jugué, que Baradero no pierda eso”.

Luego de la charla brindada por Salvador, los visitantes pudieron recorrer libremente el lugar, prestando atención a los viejos cuadros y fotos como así también a botellas de bebidas de antaño, que ya hoy no existen, mientras el sonido ambiente reproducía las voces de parroquianos y clientes del lugar contando anécdotas, usos y costumbre de «Los Angelitos».

Por último, antes de convidar con un tentempié de producción propia, Salvador destacó la colaboración de la directora de turismo la licenciada Do Campo para la realización de la visita y aseguró:  Baradero tiene un montón de lugares que están así, que hay que pulirlos como se pulió este, esta bueno que a los lugares tradicionales los cuiden y los mejoren.”

De esta manera finalizó la primera visita guiada, que debió dividirse en dos grupos de visitantes por la gran cantidad de inscriptos, pero que por el entusiasmo demostrado por su dueño no será la última.

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