El hecho sucedió en la vecina ciudad de San Pedro, cuando en la madrugada del lunes delincuentes ingresaron con armas, cuchillos, fierros y encapuchados a una casa en Oliveira César al 1300. En el lugar se encontraban dos mayores, dos nenes de 1 y 6 año y una nena de 7 años con su amiguita.

Francisca Urrutia, una de las víctimas, hizo público el robo que sufrieron a través de una conmovedora carta publicada en Facebook:

«Hoy fue un día de Mierda, si…de mierda. Y no soy de sentirme así nunca. Pero hoy tengo la necesidad de decirlo.

Cuantas veces nos vamos a dormir pensando que algo malo puede pasar? En mi caso pocas, gracias a Dios me duermo tranquila en mi casa, con mi familia, feliz de saberlos bien y conmigo. Mi casa, mi hogar, mi lugar, mi fortaleza, el lugar que me acoge me da calor, risas verdes, luz. Mi lugar que con sus cosas es perfecto para mí.

Hoy ese lugar no se siente igual, no se siente inquebrantable, no es tan seguro desde la última vez que lo vi. No siento esa tranquilidad al recorrerlo.

Porque algo cambio. Alguien lo cambio. Y me da harta bronca, impotencia,…ira.

Porque una noche te despertas con una luz que te ciega, que no te deja ver, escuchas voces pero claro…estas dormida, no entendes. No tenes esa adrenalina que te da el estar de guardia, donde cualquier sonido es un llamado para vos. Estás en tu casa, nada malo puede pasar…

Pero ayer si paso.

Esa luz se fue apagando, las voces se fueron aclarando y oí claramente…Señora esto es un Asalto.

De ahí en mas, armas, cuchillos, fierros, capuchas, guantes y muchísimo miedo de por medio, mi casa cambio. Mi sensación en mi casa cambio. Ya no es inquebrantable, no logro verla tan luminosa, tan agradable. Porque siempre aparecen estos dos tipos. En cada cuarto o rincón hay un recuerdo de estos tipos. Porque estos tipos me cambiaron. Y es eso lo que me genera esta rabia. Yo no quiero sentir estas cosas, ni sentirme así. Yo quiero volver a mi inocente vida previa. Que mi hija de 7 años también lo haga y no tenga en la cabeza la imagen de estos dos hdp apuntándonos con armas…hd remil putas. 

Y lo más loco…lo que más indigna, tal vez, es que terminas agradeciendo. Si estoy agradecida de estar hoy escribiendo esta carta de odio rabia y bronca con mi familia al lado. Me siento una privilegiada, feliz de que No Haya sido peor…lo escuche mil veces hoy…Agradezcamos que no haya sido peor…

Guau………………que mal estamos. Que soberanos hijos de puta nos hicieron llegar a esto!

Y si! Agradezco a Dios y la Virgen y todos los ángeles q nos acompañaron anoche, porque así me sentí. Acompañada. Cuidada y protegida. Y si, me congela la sangre pensar que pudo salir de otra manera. No puedo si quiera empezar a pensarlo…

Pero…pienso…yo le agradecí a este tipo el buen trato que tuvo con nosotros, entre lágrimas y llanto desgarrado le agradecí. A este hdp le termine agradeciendo. 

Pienso…está bien eso? Tuvimos suerte?

Si la tuve, mi familia está sentada conmigo ahora. Estamos todos.

Pero mis sentimientos cambiaron, mis sensaciones también. No soy la misma. Y no me siento bien con eso.

Son unos hdp, son repudiables y miserables.

Perdón la catarsis y millón de gracias a todos los que se acercaron de única manera u otra a nosotros. Mañana será otro día…»           

Por: San Pedro Informa

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