Ayer, cuando eran las 13 horas y el calor se hacía sentir con mucha fuerza en nuestra ciudad, de la cornisa del tradicional comercio de tienda «La Porteña», se desprendió un trozo en el sector de la esquina que cayó al piso con estrépito y que, por la hora en que el desplome se produjo, no causó ningún daño que haya que lamentar.
El edificio, ya más que centenario, se encuentra en muy buenas condiciones edilícias, pero la acción de algunas malezas y trabajos realizados tiempo atrás para colocar una columna de alta tensión para lo que un trozo de la cornisa fue destruido, quizá acabaron por debilitar la estructura que, no obstante haber sido reforzada no hace mucho mediante la colocación de hierros, acabó inexorablemente obedeciendo la «ley de la gravedad» y se precipitó a tierra.
Vecinos del lugar que presenciaron lo ocurrido, se comunicaron de inmediato con el propietario del negocio quien prestamente llamó a personas idóneas. Estas, tras colocar las clásicas cintas de prevención, se dedicaron a inspeccionar el estado del sector desmoronado y a tomar las necesarias precauciones hasta que comiencen, a la mayor brevedad posible, a realizarse las reparaciones del caso.

El Diario de Baradero

Comentarios de Facebook