Los estudios para detectar el consumo de drogas comienzan a realizarse esta semana. Se evaluará la salud del ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, del jefe de la fuerza de Seguridad y de 93.000 efectivos

Esta semana comienzan los tests toxicológicos en la policía bonaerense para detectar si los efectivos consumen drogas. Se trata de una de las medidas que había adelantado la propia gobernadora, María Eugenia Vidal. Los análisis arrancarán por la cúpula de la fuerza de seguridad, que incluye al ministro del área, Cristian Ritondo y el jefe policial Fabián Perroni, entre otras autoridades de la planta jerárquica.

Los chequeos alcanzarán a los 93.000 efectivos de la fuerza provincial. Lo que se busca es corroborar si los agentes registran adicciones de sustancias lícitas, como el alcohol, o si abusan del consumo de sustancias ilegales. En los próximos 90 días arrancan los tests en los primeros 1670 oficiales de la fuerza y funcionarios del área.

Según Ritondo, el objetivo es «planificar políticas para el control, reconocimiento, tratamiento, prevención concientización y capacitación sobre el consumo, abuso, uso y abuso de sustancias psicoactivas» entre los uniformados.

Los tests, en principio, no tienen un fin punitivo o persecutorio. En caso de detectarse algún caso de adicción, el efectivo o funcionario será sometido a un tratamiento, pero no sufrirá un desplazamiento de su cargo, siempre y cuando el implicado no partícipe de la comercialización ilegal de las sustancias.

«No queremos iniciar una caza de brujas, sólo queremos estar seguros de que quien tiene permiso para usar un arma no está bajo efectos tóxicos», aseguró Ritondo al explicar la medida al diario La Nación.

La idea es que los estudios sean sorpresivos y estén sorteados por número de legajo. Se realizarán en el lugar de trabajo y mediante muestras de saliva. Cuando haya un resultado positivo del test toxicológico, se ordenará una contraprueba a través de un análisis de orina.

«Esta primera etapa va a durar alrededor de tres meses. Empezó la primera semana de mayo: se avanzó con una charla a los ministros, a los secretarios y a todos los jefes de la Policía. Se está continuando con distribución de folletería, flyers de prevención y promoción de la salud en una forma integral, tratando de que aquellas personas que consumen sustancias puedan pedir ayuda y someterse a un tratamiento», contó Carlos Damin, presidente de Fundartox, la fundación especializada en adicciones que estará a cargo de llevar cabo los análisis y la asistencia profesional a los adictos de la policía bonaerense.

«La etapa de capacitación no para, todo el tiempo se van a estar haciendo comunicaciones, folletería y talleres para los 93.000 efectivos. Eso va a ser continuo», explicó el profesional ante el diario platense Hoy.

El gobierno bonaerense instruyó la resolución unos meses después de que un agente de la Policía Local de Ezeiza fuera filmado mientras consumía cocaína. Desde diciembre de 2015, hubo al menos otros 145 uniformados que ya tuvieron sumarios internos por consumir drogas mientras prestaban servicio.

Los chequeos toxicológicos se inscriben en una política del gobierno bonaerense por brindar una mayor transparencia y profesionalización de la la fuerza. La administración provincial ordenó que 7600 oficiales estén obligados a presentar sus declaraciones juradas de bienes. Hasta ahora, 6800 comisarios y subcomisarios tenían que cumplir con este requisito.

A raíz de este lineamiento, la dirección de Asuntos Internos ya apartó a 4430 policías, suspendió a 1155 y detuvo o envió a prisión a 362 uniformados por distintos delitos. Además, se calculan en 300 los sumarios elevados por presunto enriquecimiento ilícito de jefes y subjefes de la fuerza.

Infobae.com

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