Un adulto y tres menores de edad, testigos del fatal accidente que ocurrió el sábado por la noche en la ruta 9 donde Emanuel Hernández y Pablo Fernández fallecieron al impactar su moto contra un auto, se presentaron hoy por sus propios medios en la Fiscalía N° 5 a declarar.

Según explicaron a La Opinión previo a reunirse con Marcelo Manso, fueron asesorados por un abogado del que dijeron no recordar el nombre y que tampoco los acompañó. Además, el mayor de edad, padre que le quemó la moto a su hijo después del hecho, aclaró que fue a expresarse por «lo que pusieron en el libro de la salita» cuando fue asistido en Río Tala.

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Vecinos de la localidad realizaron dos marchas en pedido de justicia por los dos chicos que perdieron la vida. Ayer por la tarde los padres de Emanuel y Pablo encabezaron junto a más de un centenar de amigos, familiares y vecinos varias vueltas a la plaza de la localidad pidiendo que se abra la investigación «para limpiar» de sospechas el nombre de sus hijos. Hubo varias paradas frente a la delegación de la policía para redoblar la protesta de manera pacífica.

En diálogo con este medio, las familias también respondieron a la pregunta sobre la procedencia de la moto en la que circulaban los adolescentes antes de impactar contra la camioneta Duster que no los divisó en ruta 9. Señalaron que el rodado fue comprado a un joven que la había traido desde Baradero y que desconocían que su procedencia era producto de un ilícito.

La noche del accidente, eran 14 los jóvenes de entre 13 y 17 años que iban a Baradero a un encuentro de motos. En su relato, coinciden en que hubo persecución y disparos de armas de fuego por parte de la Policía.

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