El 3 de marzo del 2000, cuando transitaba se tercer mandato como intendente de la ciudad, victima de un infarto, fallecía Pedro Alberto Carossi.

Carossi asumió en 1991. Llegó al sillón de Rodriguez y San Martín y rápidamente mostraría su personalidad de caudillo de la vieja política.

Amado y odiado casi en partes iguales, sin dudas, dejó la marca de su paso por la intendencia con obras y crecimiento para la ciudad pero también con hechos de corrupción polémicos para la época.

Luego de su muerte asumió el cargo Ricardo Montesanti, quien completó ese periodo y ganó las elecciones siguientes para después dejar el cargo en manos de otro Carossi, Aldo, el hijo de Pedro manejó los destinos de este pueblo hasta diciembre del 2015.

Así, el carossismo, completó 24 años en el poder con la impronta caudillista de Pedro Alberto Carossi.

 

 

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