Tras seis décadas años de trabajo ininterrumpido, Héctor Larrea se retiró de los medios. Figura histórica de la radiofonía argentina, el locutor -oriundo de Bragado, provincia de Buenos Aires- decidió tomarse un merecido descanso y dar por terminada su carrera a los 82 años.

Conductor de El carromato de la farsa (de lunes a viernes de 14 a 16) y Gardel por Larrea (los domingos de 9 a 10), el locutor de Radio Nacional comunicó su decisión el pasado 13 de noviembre, luego de un año que lo tuvo trabajando desde su casa debido a la pandemia del coronavirus. «Quiero decirles que ayer, después de un encuentro interesante con mis médicos, mi psicólogo, mis familiares más cercanos y mis amigos, resolví ponerle fin a esta carrera de más 60 años el 31 de diciembre», comentó sorpresivamente en su ciclo vespertino, días después de sufrir un cuadro de hipertensión.

Y finalmente, el día de su despedida llegó. Acompañado por sus compañeros Alicia Cuniberti, Pablo Kohan, Marcos Cittadini, Jorge Vaccaro, Chocolate, Daniel Corujo y Norberto Chab, Larrea comenzó su último programa como de costumbre. Hoy elegí ‘Quinta luna’, de José Pedroni, porque es una maravilla», comentó antes de leer las estrofas que hablan sobre la maternidad; curiosa elección para el día en que se legalizó la interrupción del embarazo en Argentina.

Y después de una tanda musical que incluyó una zamba y un tango, los agradecimientos comenzaron de la mano del director de Radio Nacional, Alejandro Pont Lezica. «Quería decirte muchas gracias en nombre de todos los que hacemos la radio. Quería contarte que armamos el archivo de Héctor Larrea (que pueden encontrar en la página de la radio), así nos queda para siempre como consulta. Por ahí la semana que viene no tenés ganas de estar en Radio Nacional pero tu voz se va a seguir escuchando, tus entrevistas jugosas van a seguir estando», reveló el productor musical.

Mientras confesaba ser su fan número uno, el directivo de la estación pública expresó su gratitud por todo lo aprendido a su lado. «Miles de veces he parado el auto para escuchar el final del programa porque tenías algún tema fantástico para contar, y creo que nos ha pasado a todos. Nos has enseñado, nos has dado emoción, sos uno de nuestros maestros. Solamente escuchándote nosotros aprendemos y eso me genera un profundo agradecimiento. Ocupar tu lugar es un gran honor para mí. Sos muy valioso para todos nosotros», se despidió emocionado, dándole lugar al resto del panel.

En medio de un sinfín de agradecimientos y anécdotas compartidas, sus compañeros de mesa expresaron lo mucho que lo van a extrañar y, antes de que las lágrimas se apoderen de los micrófonos, bromearon al respecto. «En todo estudio de radio hay un cartel que dice ‘AIRE’ y ahora no está más porque se lo regalaron a usted», se quejó uno de los panelistas, argumentando que no sabía si el programa había comenzado. Fiel a su estilo, Larrea respondió con humor: «Yo lo pongo y lo enciendo cuando se me rompe la ventilación, tengo el mejor aire», lanzó, entre risas.

Y mientras transcurría la agenda habitual del programa, el conductor explicó los motivos de su decisión: «Yo siempre le di importancia a mi intuición y ya me estaba diciendo hace tiempo: ‘bueno amigo, ya está’. Si me quedaba iba a parecer un viejo avariento. Tiene que venir otra persona. La vejez tiene también su lado interesante, aunque las piernas te duelan un poco más», confesó.

lanacion.com.ar

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