La Psiquiatra infanto juvenil Graciela Martínez, trabaja desde hace dos años en el Hospital Municipal Lino Piñeiro de Baradero, como profesional y formando parte del equipo de salud mental.

A raíz de cambios producidos en el edificio, se quedó sin consultorio fijo y con llave para poder guardar el material de trabajo, ocupando uno de los consultorios externos que comparte con otros profesionales, esto, de acuerdo a sus dichos, dificulta su labor y la del equipo de salud mental, por esa razón luego de agotar la vía del dialogo con las autoridades, optó por una protesta, primero lo hizo con un cartel indicando lo sucedido y esta semana comenzó a atender en el parque del nosocomio con una mesa y sillas de camping.

Para conocer en profundidad las razones de este curioso reclamo dialogamos con Graciela Martínez;

“Estoy trabajando hace dos años. Se había logrado más o menos un año y tres meses un espacio de consultorio donde atendíamos, un psiquiatra de adultos, una psicóloga infanto juvenil , un psicólogo de adultos y yo como psiquiatra infanto juvenil. Lo estábamos acondicionando, era un espacio que estaba sin uso, tenía cosas que eran algunas para archivos, otras para desechos o otras para reparar, así que se logró después que nos dieron la autorización para poder usar ese espacio, con la ayuda de las mucamas y la gente de mantenimiento ponerlo en condiciones y lo estábamos usando, además de ver los pacientes, teníamos reuniones con los maestros de los chicos que muchas veces nos consultan para una orientación o para contarnos las problemáticas que ellos observan, con psicólogos que trabajan en las salitas, las trabajadoras sociales del equipo de servicio local. Son en general situaciones complejas por los síntomas en sí y otras veces por el abordaje que tiene que ser inter disciplinario».

¿A ustedes le sacaron ese espacio donde además de atender tenían sus elementos de trabajo?

«Teníamos juegos, juguetes, elementos para llevar adelante el trabajo, que hace más fácil que los niños nos puedan contar a través del juego.  Ahora hay dos bolsas de consorcio o tres que están guardadas con estos elementos y terminamos utilizando los consultorios que se usaban antes, que son los consultorios de clínica, del ginecólogo,  del cardiólogo, del ecografista- que uno puede atender ahí- pero teníamos nuestro espacio, hay elementos muy costosos que no podemos llevar y traer todo el tiempo».

¿Y que colocaron en esa habitación?

«En ese momento se colocaron los televisores  para hacer el monitoreo de las cámaras que están  en los pasillos del hospital y después no sé, creo que sacaron esos monitores y no se puede entrar, no sé si hay cosas de electricidad, algo así creo».

¿Las autoridades que les dijeron?

«Quedamos que en dos semanas nos daban otro consultorio y pasaron dos meses, seis meses, un año y no hubo respuesta y los lugares están, me parece que es una cuestión de reorganizarse, de disponer de un poco de tiempo para reubicar algunas cosas».

No pareciera un conflicto tan difícil de arreglar, ¿crees que no interesa la labor que realizan?

«No creo que sea falta de interés en absoluto, a lo mejor consideran que hay otras prioridades en este momento, pero bueno uno toma un tiempo de espera y me parece que ya hubo tiempo para que se reorganicen y piensen donde se pueden poner determinadas cajas o el depósito de farmacia o muebles que no se usan, nosotros queremos que no se suspenda la atención de los pacientes.

Me vienen diciendo no, todavía no, la semana que viene o espera, no hay espacio, no, no tengo novedades, no tengo idea, esas son las respuestas que recibo. Por eso tomé la decisión de protestar haciendo mi trabajo hasta recuperar el consultorio»

La violencia familiar, las crisis, las drogas son los grandes males de este momento en Baradero, ¿se refleja esto en la demanda de pacientes psiquiátricos que asisten al hospital?

«Salud mental tiene una gran demanda hoy en día, lamentablemente niños, adolecentes, la familia en general  están atravesadas por diversos problemas y las manifestaciones psíquicas a veces por enfermedades, verdaderos trastornos y otra veces por crisis puntuales o transitorias terminan todas en el hospital, no solamente niños y adolescentes, sino también adultos, hay una enorme demanda y sería muy importante contar con un espacio donde uno pueda atenderlos con más tranquilidad, con mas calidez  e ir viendo, porque también hay mucho por hacer, habría que capacitar personal, por esto de la alta demanda y lamentablemente también por el alto consumo de drogas que hay en la ciudad, aparecen muchas situaciones de crisis que hay que resolverlas en la guardia en primera instancia.

Hay muchos episodios que son puramente de problemáticas psiquiátricas que se manifiestan con violencia física, hay otros donde la violencia física genera un trastorno emocional o psicológico y lo que quiero destacar también es el accionar de la policía, la enorme colaboración que tienen con el área de salud mental, siempre están disponibles y la verdad que brindan una tarea de ayuda que es imprescindible para nosotros, a veces porque nos tienen que proteger y proteger a los mismo pacientes, porque muchas veces en determinados estados puede lastimarse, romper cosas, lastimar a otras personas y siempre están a nuestra disposición.”     

                          

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1 COMENTARIO

  1. Me indigna que nuestros profesionales, no tengan cabida en nuestro pueblo o ciudad (como quieran llamarlo), y priorizen a forasteros que no se sabe bien de donde vienen. Pero si criticamos a los que se van a otros lados, diciendo que no reconocen lo que el pueblo o ciudad les brindó. O me equivoco??

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