La AMIA hizo, el pasado viernes 16 de julio, un acto virtual por los 27 años del atentado terrorista de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina. Debido a la pandemia, la conmemoración se transmitió vía las redes sociales de la entidad. Comenzó a las 9.53, hora exacta en la cual se cometió el ataque contra el edificio de la calle Pasteur 633.

Bajo la consigna ‘Conectados contra la impunidad’, el acto fue organizado en conjunto por AMIA, DAIA y Familiares de las Víctimas. Como ya es tradicional, el sonido de la sirena dio inicio formal al acto. Además, se transmitió un conmovedor video con testimonios de 12 sobrevivientes y de 27 familiares de víctimas fatales.

Y, como cada año, se leyó el listado con los nombres de las 85 personas que fueron asesinadas en la peor masacre terrorista que sufrió la Argentina.

Plegaria para evitar el olvido

Si bien el aniversario del atentado es este domingo 18, el homenaje se anticipó para «fomentar una mayor participación de la sociedad», se explicó desde AMIA.

«Tal como sucedió el año pasado, la situación sanitaria no permite congregarnos frente a las puertas de nuestra institución. De todos modos, el pedido de justicia, el recuerdo a las personas que fueron asesinadas, y la denuncia contra la impunidad vigente se harán oír con la misma fuerza y determinación de siempre«, había anticipado Ariel Eichbaum, presidente de la institución.

El duro reclamo de la AMIA

 

El presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum, leyó un duro documento que también se transmitió por las redes sociales. «Bregamos para que los responsables materiales e intelectuales de la masacre sean sometidos a proceso judicial y cumplan condena efectiva por el delito de lesa humanidad que cometieron«, reclamó.

 

Aseguró que la Causa AMIA es una «dolorosa herida que todavía no puede cicatrizar» debido a la impunidad que «ahoga» la búsqueda de justicia. «Genera estremecimiento y estupor repetir el mismo reclamo hace 27 años y convivir con el hecho de que el doloroso saldo de destrucción y muerte no encontró todavía castigo o sanción alguna»

Luego, exhortó a no tomar como «natural» esta realidad: «Nuestra sociedad no puede permitir que la impunidad se imponga», señaló el presidente de la AMIA. La ausencia de resultados, la carencia de logros, la indiferencia cada vez mayor, nos obligan a redoblar nuestros esfuerzos para que esa exigencia sea cada año escuchada y atendida por las autoridades», aseveró con dureza.

Luego, insistió con el hecho de que, a 27 años del atentado, «no hay un solo responsable condenado», cuestión por la que responsabilizó a los poderes del Estado y, específicamente, a la Fiscalía Especial que dirige el caso a cargo de los doctores Basso, Saum, Eyherabide y Miranda, quienes a «hace años no producen siquiera una mínima información nueva y sustanciosa que ayude a esclarecer un poco más lo que pasó».

También resaltó el hecho de que el Juzgado Federal 6, a cargo de la causa, no tiene aún un juez designado de forma permanente: «Esa situación sin resolver no hace más que colaborar para que nada avance, necesitamos que los mecanismos institucionales se activen con urgencia».

Por otro lado, se refirió al juicio que en diciembre de 2020 «desperdició la posibilidad de condenar al único acusado que estaba siendo juzgado, Carlos Telleldín. «Luego de un juicio oral y público en el que quedó claro que las pruebas en su contra eran más que suficientes, los jueces declararon inocente a una persona señalada por la propia fiscalía como partícipe del asesinato de 85 personas», condenó Eichbaum.

«Nuestro reclamo es lograr conocer toda la verdad y obtener una justicia incuestionable. De este lado, no van a encontrar a quienes le temen a la verdad: de este lado estamos los que hace 27 años luchamos día tras día para encontrarla, junto a una sociedad que no soporta más mentiras y faltas de respeto«, enfatizó Eichbaum.

Y concluyó acusando a los poderes del Estado de ser «los únicos responsables por los enramados de inoperancia, corrupción y encubrimiento que impiden llegar a la justicia».

El brutal ataque del 18 de julio de 1994 enfrentó al país con la cara más cruda del horror: mató a 85 personas, dejó más de 300 heridos y destruyó por completo la sede de la institución mutual judía. Ocurrió dos años después del atentado contra la Embajada de Israel. Y sigue siendo la peor masacre terrorista cometida en la Argentina.

«A pocas semanas de los hechos, el juez y los fiscales que intervinieron en el comienzo de la investigación establecieron que el ataque fue cometido mediante el uso de la camioneta Trafic convertida en coche bomba. Y señaló como responsables a la República Islámica de Irán y al grupo terrorista Hezbollah con apoyo de una conexión local«, señalaron desde AMIA.

«Desde 1994, esas conclusiones han sido profundizadas y fortalecidas, y nunca puestas en duda, ni dejadas sin efecto, por ninguno de los investigadores que actuaron en la causa. Desde 1994, AMIA brega para que se haga justicia y los responsables materiales e intelectuales sean sometidos a proceso judicial, y cumplan condena efectiva, por el delito de lesa humanidad que salvajemente cometieron», concluye el comunicado publicado en sus redes sociales.

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