Desde hace unos días se está trabajando sobre la pared de la Iglesia Santiago Apóstol que da a calle Rodríguez, allí se está realizando un hidrolavado del muro para luego aplicar un producto impermeabilizante, ya que son muchas las grietas por donde penetra la humedad al interior del templo.

Al ser un edificio histórico, cualquier intervención debe hacerse con productos homologados por la Comisión Nacional por esa razón la tarea es costosa.

Dialogamos con el Párroco Lucas Martínez, quien se refirió a este tema;

¿Que se está haciendo y como se financia la obra?

“En realidad queremos aprovechar el verano, ustedes saben que es un edificio muy antiguo, que tiene sobre todo en la calle Rodríguez mucha problemática con la humedad, entonces estuvimos averiguando distintos modos de poder-manteniendo todo el protocolo que requieren los edificios históricos- hacer un trabajo de impermeabilizar la calle Rodríguez que los que a veces concurren a la iglesia habrán visto que del lado de adentro tiene muchísimos problemas el muro de Rodríguez, de humedad. Entonces estuvimos averiguando, me ayudo mucho la gente del museo de Baradero, que efectivamente me habían dicho que se había hecho un buen trabajo de restauración del Centro Cultural, tuve reuniones con la señora Intendenta, con Martin Genoud y  aprovechamos que quedaba un resto de un subsidio que se había pedido hace unos años- donde juntamente había sido el cambio de párroco, en la época del padre Atilio- y bueno la idea es aprovechar al máximo ese dinero que estaba ya previsto para la iglesia y también mandamos cartas, porque el tema es que en los edificios históricos no se puede simplemente embellecer de cualquier modo, sino que hay que ser muy respetuosos y además realmente yo lo que menos quiero es arruinar un edificio tan bonito como la iglesia Santiago Apóstol, entonces todos estos meses, que ya son siete, apenas llegue me habían dicho que había ese dinero y no pudimos hacer nada porque estuvimos primero averiguando bien todas las posibilidades y gracias a Dios ahora aprovechando el verano porque lo bueno de hidrolavar ahora es que rápidamente se va a secar el muro. La idea ahora es hidrolavar, reparar grietas y Dios mediante poder con un producto que está homologado por la comisión de monumentos históricos que se puede usar para esto que es piedra parís, que es el estilo del revoque que tiene la iglesia, se lleva a la fabrica un pedacito de revoque, se hace una análisis de los minerales que tiene y te preparan este material».

¿Es similar al trabajo realizado en el Centro Cultural?

«Hay uno que es muy costoso y que está lejano a nuestras posibilidades y que se aplica con espátula, este otro que también está permitido para monumentos históricos  se aplica con rodillo, es más espeso que una pintura y sobre todo lo importante que sepa la gente que quiera mucho a la iglesia, es que estamos haciendo un trabajo a conciencia y que no va a variar en nada el color, sino que se tapan las grietas y sobre todo se impermeabiliza con la esperanza de que eso ayude  mucho a poder el día de mañana hacer un trabajo también en el interior del templo de recuperación, sobre todo el muro de Rodríguez que está más dañado». 

¿Se hace sobre toda la pared?

«Queríamos que fuera hasta  arriba del todo pero no alcanza el dinero, se va tomar el límite de una cornisa que hay a seis, siete metros y además también es cierto que – sobre todo en invierno-  la escuela que tenemos enfrente hace que nunca le dé el sol en la parte baja del muro de Rodríguez y por eso es que en esa zona se acumula tanta humedad, en cambio en parte más alta en todo el año siempre le da el sol y eso hace que no tenga tantos problemas de humedad  la parte alta del muro».

¿Desde hace varios días están visitando nuestra ciudad muchos jóvenes misioneros?

«Hay dos grupos en la Parroquia Santiago Apóstol y uno en la Parroquia de Lujan de jóvenes, en total serán cerca de 100, que vienen a golpear las puertas, que vienen anunciar el amor de Dios en nuestras vidas y en especial me gustaría invitar a todos los jóvenes para este viernes que vamos hacer un rato de oración de los jóvenes para los jóvenes o sea después de la misa de 20 habrá un rato de oración en el templo que va a estar dirigida por los misioneros  y especialmente pensado para esos jóvenes que por ahí, no van mucho a misa y que tal vez tengan necesidad de saber un poquito de que se trata, algo pensado para ellos, porque en gran medida los jóvenes sufren porque a veces se pueden sentir poco valorados o poco comprendidos por los adultos, que sepan que la iglesia también quiere estar cerca de ellos en sus problemáticas.”           

                                                    

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