El 22 de Agosto de 1972, en la Base Aeronaval Almirante Zar de Trelew, perteneciente a la Armada Argentina, morían fusilados 16 integrantes de distintas organizaciones revolucionarias, recapturadas luego de fugarse del penal de Rawson, a este hecho se lo recuerda como «La masacre de Trelew». El 15 de Agosto hubo una fuga masiva del penal de Rawson, organizada por integrantes de organizaciones armadas revolucionarias que incluía también simpatizantes de partidos de izquierda y presos comunes, en el transcurso de la fuga fue asesinado el guardia Juan Gregorio Valenzuela. La fuga constaba de dos etapas, la primera en la que estaban los 6 organizadores, Mario Roberto Santucho, Marcos Osatinsky (quién mató al guardia), Fernando Vaca Narvaja, Roberto Quieto, Enrique Gorriarán Merlo y Domingo Menna y una segunda con otros 19. La primera tanda huyó en un Ford Falcon que los esperaba fuera del penal y los trasladó al Aeropuerto de Trelew, allí, Víctor Fernández Palmeiro y Anita Weissen habían secuestrado un avión BAC 1-11 de Austral Líneas Aéreas para completar la fuga. El segundo grupo esperaba un camión que confundido por las señales desde la puerta creyó que la fuga había fracasado y se retiró del lugar, por ello los 19 huyeron en autos particulares y taxis hasta el aeropuerto, la demora del segundo grupo y ante la inminente llegada del ejército, hizo que el primer grupo decidiera despegar, al llegar los rezagados, el avión ya no estaba y fueron rodeados. Mientras los 6 fugados pedían asilo político en Chile, los restantes dieron una conferencia de prensa y se entregaron, los 19 detenidos fueron trasladados a la Base Aeronaval Almirante Zar y no al penal de Rawson. El entonces presidente de facto Agustín Lanusse había quedado en ridículo por la fuga y en vez de juzgarlos ordenó que se acabara con «el asunto». Hubo 7 días de negociaciones de los proscriptos partidos políticos por la seguridad de los detenidos, finalmente el 22 de Agosto a las 3:30 de la madrugada fueron sacados de sus celdas, conducidos a un descampado y ametrallados por una patrulla a cargo del capitán de corbeta Luis Emilio Sosa y del teniente Roberto Bravo, la mayoría fue rematada por disparos en el cráneo, luego de un rato al ser removidos los cuerpos se encontraron 3 agonizantes que fueron trasladados a Puerto Belgrano, el hecho se informó como un intento de fuga. Luego de años de impunidad, el 15 de octubre de 2012 el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia resolvió condenar a prisión perpetua a Emilio Del Real, Luis Sosa y Carlos Marandino como autores de 16 homicidios y tres tentativas. Los tres sobrevivientes de la masacre fueron asesinados por la dictadura militar que encabezó Jorge Rafael Videla.

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