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En pocas horas más comienza la veda electoral y con ella los candidatos se llaman a silencio después de una larga y maratónica campaña electoral.

Los candidatos y sus asesores entendieron que se llega a la gente ya no llenando la plaza como en los ’80, sino ganando puntos de rating. Y es por esto que todo político debe ser mediático: tener una esposa, novia o candidata para presentar en televisión y una buena historia llena de anécdotas para contar.

Hasta hace unos años, el cable era el lugar propicio para los debates políticos, las entrevistas mano a mano o los cierres de campaña mediáticos; hoy ya no. La televisión abierta es el gran escenario donde cada uno de los principales candidatos ha decido pasar estas últimas horas.

Repasando los últimos días, cada quien tuvo su estrategia para llegar directo al corazón del televidente/ potencial votante.

Sin lugar a dudas, Sergio Massa es el político que más horas ha pasado en la televisión abierta y de cable, llegando incluso a superponerse como el fin de semana pasado en dos programas al mismo tiempo. El sábado, mientras participaba en vivo de “Sábado en casa” por El Trece con 5.6 puntos de rating de promedio, se emitía grabado “Secretos Verdaderos” por América con 3.6, marcando uno de los promedios más bajos del ciclo en su historia.

El domingo paso algo parecido: mientras conversaba mano a mano con María Laura Santillán en TN con picos de 2 puntos, polemizaba en vivo en “La Cornisa” con Luis Majul sobre el accidente del Sarmiento, con picos de 5.

Martín Insaurralde, por su parte, con una estrategia diferente, pico en punta en la tapa de la revista Caras esta semana junto a su “nueva novia” Jésica Cirio, y de allí tuvo espacio para colarse en los programas de chimentos y afines. Pasó por la mesa de Mirtha, Animales Sueltos y ayer con picos de 8 puntos habló de su romance en Intrusos. “No tenemos nada que esconder, nos amamos”, dijo el candidato del FPV. Acto seguido, aparecio Moria y el rating del programa de conducido por Jorge Rial se disparó a 12 puntos.

La pregunta del millón es: ¿rinde para un candidato pasearse por ámbitos televisivos que no le son afines?. Los números indicarían que no.

Cada vez que un político se sentó en Intrusos, el rating bajó. Ni Massa, ni De Narvaez, ni Giustozzi pasaron los 6 puntos, cuando Jelinek y su escandalosa separación tocó 10 puntos el día lunes, por ejemplo.

Pareciera de todas maneras que lo importante es aparecer sin importar cómo; es así que varios tuvieron que aguantar que Mirtha les dijera las verdades más crudas en la cara, solo por sentarse a la mesa de la señora

“Francisco, ¿cómo hiciste para dilapidar la cantidad de votos que tenias?”, le pregunto la diva a De Narvaez, con picos de 8 puntos en uno de sus almuerzos. No la pasó mejor Darío Giustozzi, al que con el tono más clásico de la “Chiqui” lo cuestionó: “¿usted no era kirchnerista hasta hace poco tiempo?”.

Los debates de A dos voces (TN) con los candidatos cosecharon casi 5 puntos, cifra altísima para el cable. Sin embargo, pareciera que si no pasás en algún momento por la tele abierta no existís.

Hoy Massa cierra su campaña mediática en Animales Sueltos (América) mientras que Insaurralde hará lo propio en Diario de Medianoche (Telefe). Los dos candidatos que más posibilidades tienen en la provincia de Buenos Aires se enfrentarán primer en la tele con un único objetivo: llegar al electorado, y ganar su franja como cualquier programa.

La pregunta recurrente de los candidatos y sus asesores al salir de cualquier programa es “¿cuánto medimos?”, como si el rating fuera una garantía de votos. Tengo malas noticias amigos: no lo es.

Todo por estar, todo por aparecer: desde esperar durante minutos y minutos fuera de cámara porque un tema de la farándula mide más, hasta confesar lo inconfesable en pos de que el número suba y sostener un poquito más de pantalla. Todo por conquistar la insoportable levedad del rating.

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