Migliozzi y el General Perón, durante el exilio en Madrid, en 1964

Este domingo falleció el histórico dirigente del peronismo de San Martín. Acompañó a Perón durante su exilio en Madrid, fue tres veces diputado nacional. Publicó el libro “Un testimonio de vida. Una vida de militancia peronista”. Tenía 89 años.

Este domingo falleció Julio Migliozzi, un histórico referente del peronismo de San Martín y la provincia de Buenos Aires.

Nació hace 89 años en Conesa, partido de San Nicolás, pero desde los 12 años vivió para siempre en el partido de General San Martín. Fue tres veces diputado nacional: en el 73 con el regreso de Perón, en el 83 durante la presidencia de Alfonsín, y en el 93 con Carlos Menem.

Egresado de la Escuela de Mecánica del ejército argentino, Migliozzi fue un ferviente afiliado al peronismo en sus inicios y más tarde se convirtió en una persona de confianza para Juan Domingo Perón en su largo exilio en Madrid. Allí compartió innumerable cantidad de charlas con el General.

“Cuando Perón estaba en Madrid tenía un diálogo con él. Con el tiempo me dí cuenta el privilegio que tuve. Yo era un soldado. Soy egresado de la escuela de mecánica del ejército, donde fusilaron a mis compañeros en el 56. Yo era un soldado para Perón. Por eso me atendía tanto y pasamos horas y horas hablando en esos tres años”, contó Migliozzi alguna vez sobre su vínculo con el ex presidente.

Fuera de la política, Migliozzi fue un exitoso empresario y un pionero en la televisión por cable en la década del ´80.

Conoció a Bill Clinton, acompañó a Italo Luder, Carlos Menem y Eduardo Duhalde en sus carreras presidenciales (asimismo, fue importante en la elección de Duhalde como gobernador).

Una de sus últimas entrevistas la brindó en “Pasa de Todo” por FM 104.7, a Eduardo Román y el equipo de LaNoticiaWeb para presentar su libro ““Un testimonio de vida. Una vida de militancia peronista”.

Migliozzi y Baradero

Julio A. Migliozzi, fue un inversor importante en nuestra ciudad, construyó el Complejo Migliozzi, a principios de los 80, fue para la época un lugar muy moderno y pretencioso, contaba con Agencia de venta de automóviles, Bar con locales espejados, confitería bailable, restaurant, un jardín con piscinas, un sector con piletas y recreación, galpón de grandes dimensiones y una terminal de ómnibus muy moderna y completa.

Si bien el complejo Migliozzi es parte de los recuerdos de muchos baraderenses, el negocio nunca prosperó en la dimensión que lo imaginó su creador. Quizás por la imposibilidad de que se lo habilitaran como casino.

La entrevista mencionada, que publicamos a continuación se realizó en el 2013 por LaNoticiaWeb

Julio Migliozzi: “Mi libro es una vida de testimonios de trabajo y de política”

El histórico referente de San Martín, tres veces diputado nacional, visitó «Pasa de Todo» para obsequiar su nuevo libro “Un testimonio de vida. Una vida de militancia peronista”. Anécdotas con Perón en España, su trayectoria en el peronismo y las historias de su vida como empresario de las comunicaciones en diálogo con Eduardo Román. La presentación se haría el viernes 10 de Mayo, a las 19 horas, en lugar a confirmar.

El ex diputado nacional Julio Migliozzi visitó Pasa de Todo en FM 105.7. El histórico dirigente de San Martín recordó su trayectoria, sus anécdotas con Perón en España, y presentó su nuevo libro “Un testimonio de vida. Una vida de militancia peronista”. El conductor del programa, Eduardo Román, recordó las épocas de sus primeros trabajos en el cable zonal que instaló el empresario.

Fuiste diputado varias veces.

Tres veces. Debe ser un caso único. En el 73 con el regreso de Perón, en el 83 con Alfonsín y luego en el 93 con Menem. En el 73 fui presidente de la Comisión de Industria, y fui quien informó sobre las leyes de transferencia del exterior, la incorporación de la pequeña empresa. Fui miembro informante del Ministro de Economía de Perón. Estuve con Perón tres años en Madrid, y todo lo que hagan sobre eso, como esta película, me parece fantástico. Solamente hago una observación, cuando Perón llega a Madrid, yo fui en el 62 y me encontré con su secretario privado, y él no fue a Puerta de Hierro, fue a la calle Arce. Ahí vivía una artista norteamericana que era borracha, Ava Gardner, era alcohólica pero una gran actriz y lo insultaba a Perón porque no la dejaba dormir tranquila porque había mucha gente que lo iba a ver todo el tiempo. Eso me lo contó él a mí.

Lo vemos en la película todo el tiempo con sus escritos, en una maquina de escribir insufrible.

Cuando Perón estaba en Madrid tenía un diálogo con él. Con el tiempo me dí cuenta el privilegio que tuve. Yo era un soldado. Soy egresado de la escuela de mecánica del ejército, donde fusilaron a mis compañeros en el 56. Yo era un soldado para Perón. Por eso me atendía tanto y pasamos horas y horas hablando en esos tres años.

¿Cómo fue esa primera vez, como se gestionó esa posibilidad? Usted lo conocía desde antes del 55.

Claro. Cuando yo egresé él era presidente. Y yo era sargento, me mandaron a Uspallata. Yo hace 75 años que vivo en San Martín, y le debo todo, porque si hubiera ido a otro lado a instalarme no hubiera llegado a ser el gran concesionario de autos que llegué a ser.

El libro se llama “Un testimonio de vida. Una vida de militancia peronista”. Recuerdo que alguna vez le dije que su vida está llena de momentos increíbles. Acá veo una foto con Clinton y otra con Perón. Clinton era gobernador de Arkansas, Bush padre había hecho la guerra y usted ya le veía futuro, y nadie le creía.

Hasta Di Tella decía que yo era un besuqueiro.

Ahí se armó una interna entre Duhalde y Menem respecto a lo que pasaba con Bush.

Me acompañaron Curto, Libonati, Otacehé. Es parte de una vida de trabajo, inquietudes. ¿Por qué se me ocurre hablar del canal de cable? Vos fuiste el primer periodista junto a Cancelare y Rapaport. Son testimonios de trabajo.

¿Cómo fue esto de hacer una inversión en cable? Existía la radio por cable que fue un fiasco.

Eurnekian fue el primero que lo hizo en San Isidro. Yo había terminado mi mandato de diputado en el ochenta y pico, y no tenía nada que hacer. Empecé a pensar en armar un canal de cable. Fuimos los primeros en la provincia de Buenos Aires en este nivel, con Circuito Norte Televisión, llegamos a tener 20 mil abonados. Después lo vendí, lo compró un grupo inversor muy fuerte. Después tuve otras licencias, que no las puse en Cablevisión, pero fue un error. Yo acertaba y me equivocaba. Yo podría haber hecho mucho dinero en San Martín, pero la economía cíclica me hizo bolsa. Un local en 9 de julio, donde ahora están los evangelistas, lo cambié por una casa rodante y un BMW usado. Tenía un campo en Baradero, que le compré a Lolita Torres y Darío Vitori, y no sé por qué lo vendí, no tenía porque hacerlo (jaja). Hoy vale 10 millones de dólares.

¿Cuánto costó la venta del canal? En el una a uno. ¿Un millón, cuatro?

Casi siete. San Martín después me dio la revancha. Fui a Estados Unidos, hice una empresa de exportaciones, la primer fabrica de empanadas en Washington jaja. Tenía que hacer algo. Pero la militancia fue lo número uno. Sin embargo, cuando tenía tiempo tenía la vocación empresarial, porque siempre quería hacer algo, con aciertos y errores.

El primer cable en San Martín en el 86 u 87. Yo tenía 21 años. A mí me avisaron que había un cable nuevo, con posibilidad laboral, fui solito y toqué la puerta, pedí hablar con el dueño para decirle que buscaba trabajo y que estaba recién recibido. Y me dijo: “Mirá pibe, mañana viene Lúder, haceme un cuestionario de las cosas que le tenes que preguntar, era candidato a diputado nacional, y si lo que me planteas está bien, te contrato”, jajaja. Migliozzi lo leyó y me dijo: “Estás adentro”. Después vino la hiperinflación y se complicó la economía, y me explicó que no me podía pagar más el puesto, pero me hizo una apuesta: “Si seguís, tenes un programa, no te cobro el aire, gratis, y el 14 de abril del 89 salió el primer programa de Cuentas Claras”.

Mirá vos, no recordaba eso. Era buen tipo Lúder. Pero es cierto todo lo que contas.

En la década del 70 tenes una anécdota con la hoy ministra de Seguridad Nilda Garré. Época de tendencia, montoneros, peronismo gremial. Nunca fuiste de centroizquierda y los pibes estaban del otro lado. Pero tu relación con Garré, diputada en ese momento, habla de tu humanidad, porque cuando viene la dictadura… ¿qué hiciste?

La recibí en capital. Le pegaban con una goma para no hacerle marcas, la policía, y muchas veces yo la guardaba o ella venía a verme. Ella tenía 26 años. Era la pareja de Abal Medina (NdeR: padre del actual Jefe de Gabinete). Yo milité con ellos, con Norma López Rega, esos testimonios son importantes porque hay mucha gente que habla sin conocimiento, y yo lo escribo y lo firmo. Eso tiene valor. No es cuestión de vanagloriarse. Yo tuve una vida.

En la década del 90, cuando nadie pensaba que el vicepresidente Duhalde iba a ser gobernador, vos apostaste.

Por supuesto. Yo lo presenté acá a Duhalde, fuimos a comer con Chaher, creo que fue Pablo Landolfi también. Y le dije que Libonati era el futuro candidato a intendente, y ahí llegó el apoyo para él, que a veces se olvida de eso. Fue un factor determinante.

Y acá estaba Brown, un intendente peronista. El frente oficial quedó dividido y aparecieron tres candidatos. Capriotti, Libonati y De Luca.

Sí, si. Son las cosas que pasaron en ese momento.

Vuelvo al tema de Clinton, ¿cómo fue eso?

Cuando empezamos a armar el canal, teníamos unas cassetteras y nada más. Yo tenía unas propiedades pero no valían nada debido a la economía del momento. Yo tenía monedas nada más, necesitaba financistas. Juan José Tacone, un dirigente tan importante que era como un hermano, me puso 40 mil dólares en la mano. Las cifras de ese momento no son las de ahora, no se asusten. Pero me faltaba más. Un día vino Dragui, Secretario de Finanzas de Brown, que me había ganado la interna, y en una unidad básica de la calle Rivadavia, me ofertó ser socio y me dio 30 o 40 mil dólares más en la mano.

Era muy caro el insumo de todo. Tenías que ganar manzana por manzana e ir cableando todo para llegar a una casa. Venían los vecinos y preguntaban cuándo llega el cable al barrio…

Si, si… eso fue un gran fenómeno. Los canales de cable son un invento de los norteamericanos. Yo quería conocer un canal de cable, no conocía ninguno. Egresé de escuela técnica, nada que ver con las comunicaciones. Vino un coronel retirado y me dijo que vinieron unos americanos a ver el canal de cable, y tenía una cassetera y nada más, no había nada. Decían que vieron que San Martín era un lugar estratégico para instalar una sociedad con un canal de cable. Yo lo tomé a la ligera, si eso era una unidad básica. Y un día insistí en ir a Estados Unidos a conocer un canal de cable. Cuando llegamos a Miami, nos llamaron de Minneapolis y para conocer el canal, pagaban todo el viaje y gastos, y me pareció rarísimo. Eran los mismos que habían venido a San Martín. Me ofrecían comprar el 51 % con 500 mil dólares. Y me dijeron que ese canal era del gobernador de Arkansas, que tenía 16 canales en el mundo, y veía a San Martín como lugar estratégico.

Estaba ligado a Bill Clinton.

Clinton era gobernador pero lo dejó a él en el cargo porque estaba de campaña presidencial. Tucker se llamaba. Entre nosotros además de Curto, Otacehé, Libonati, Bustos, estába también Mércuri, presidente de la Cámara de Diputados. Entonces cuando nos recibió Clinton hizo algo medio protocolar, con la bandera argentina. Yo después le dije a Duhalde que reciba a Tucker, pero no quería recibir vicegobernadores. “Además va a ganar Bush”, me dijo, jajaja y yo le dije que no creía que gane Bush.

¿Vas a hacer la presentación del libro en algún lugar en especial?

Voy a ser sincero. Esto no lo hago para promocionar ninguna candidatura, ya cumplí una etapa. Tengo la ventaja de poder hablar con las cartas sobre la mesa. Si me pedís una opinión política, te la digo, pero estamos hablando del libro. Yo invito a tres personas: a Katopodis, que está ocupado y me cuesta poder verlo, para hablar directo con él, ojalá escuche esta nota, y quiero saber si a él le gustaría estar presente en esa mesa donde también van a estar Graciela Camaño y Carlos Brown, que son los tres más representativos de San Martín hoy.

No hay foto pública desde que asumió de Katopodis con Camaño y Brown.

Esto no es político. Es algo testimonial, de San Martín, hace 75 años que vivo acá. Si hubiera puesto mi taller en otro lado no podría contar estas cosas. Quiero que mis testimonios lleguen a quienes me conocieron y a quienes no, y que se entienda que la política no es incompatible con el trabajo. Lo único que digo es que mi peronismo no tiene nada que ver con esto que estamos viviendo. Viví una etapa muy clara, con un liderazgo que nadie pudo discutir. La historia argentina nace con Juan Domingo Perón.

Nota y Fotos: La Noticia Web

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1 COMENTARIO

  1. TENGO ENTENDIDO QUE ESTE SEÑOR FUE SUB OFICIAL «ENFERMERO» DEL EJERCITO ARGENTINO EN EL GOBIERNO DE PERON, REALMENTE A TENIDO UN BUEN SUELDO PARA PODER HACER LO QUE HIZO….

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