Del archivo de nuestra pagina web rescatamos dos notas que tienen a nuestro amigo Roberto Tirelli como protagonista.

La primera de ellas es sobre su vida profesional y la segunda anunciando el cierre de Foto Estudio Albi.

A manera de homenajear a un hombre tan importante para la historia y cultura de nuestra ciudad es que republicamos estas notas:

Si bien aun hoy hay mucha gente que erróneamente piensa que su nombre o apellido es Albi, Roberto Tirelli es desde hace mucho tiempo el hombre que mantiene vigente esa añosa marca.

En su local ubicado en pleno centro, junto a su fiel colaborador Emilio recibe a diario clientes y amigos con los cuales comparte amablemente historias y anécdotas de casi toda una vida detrás de la cámara.

Con sus 77 pirulos el fotógrafo de la ciudad, si bien reconoce que la tecnología digital fue un duro golpe para el negocio fotográfico no reniega y se esforzó en adaptarse a los nuevos tiempos.

Amante del Jazz, el tango y el teatro, es columnista en varios programas radiales de diferentes emisoras.

Tirelli cuenta con el archivo fotográfico minuciosamente clasificado más importante de la ciudad, de la década del 60 a la fecha.

Tiene, entre otras cosas, el record de asistencia a casamientos y cumpleaños, eso sin sumarle otros eventos sociales.

Una personalidad destacada de la cultura baraderense cuyas obras quizás no tuvieron el reconocimiento que merece.

Porque creemos que la Web nos da la posibilidad de enmendar algunos olvidos y permitir que estas honorables personas cuenten con un humilde reconocimiento, hablamos con el querido Roberto, para muchos, el nombre de la fotografía en nuestra ciudad;

¿Cómo empezaste con las fotos y a qué edad?

“El ALBI original es tío mío, hermano de mi mamá y entonces como en aquellos tiempos ya lejanos -estoy hablando de la década del 50- no era un drama que un chico trabajara, entonces yo apenas  salí de sexto grado me vine acá a trabajar con mi tío esos tres meses antes de entrar al secundario, de paso fui aprendiendo cosas. Yo vine acá como unas vacaciones durante el nivel secundario, el primer trabajo que hice barrer con el escobillón de acá para adelante hasta la vereda y la vereda, después empecé a cortar los carnets, arreglar cositas, a encarpetar en ese momento la fotografía  era muy distinta, había mucha mano de obra y yo las vacaciones las esperaba con los brazos abiertos y así tuve todos los años mientras estudiaba.

Cuando egrese como técnico de la escuela Industrial tuve la suerte de entrar en la oficina de técnica de Refinerías de Maíz casi de inmediato y ahí estuve cinco o seis años hasta que por una circunstancia de conveniencia vine a probar acá de nuevo ya entrando como sociedad tenía 22 años y bueno acá estoy probando”.

¿De dónde surge la marca Albi?

“Mi tío el ALBI original primero puso una casa de fotografía en Buenos Aires y  cuando hacía los trámites ante el gestor le dice que nombre de fantasía le va a poner el negocio y dice fotos Malacalza que es mi apellido materno, y el gestor le contestó -suena medio como tallarín con tuco-, y como se llama usted y le dice albino y por qué no le pone Albi y así inventó una firma que todavía es moderna.

Después él vino a Baradero y creó Estudio ALBI nada más que no lo conocía nadie porque son todos oriundos de San Pedro y más que Malacalza siempre fue acá Albi.

Yo a pesar de que fui criado acá, habiendo trabajado en Refinerías y habiendo hecho toda mi juventud acá hay cierta cantidad de gente que me conoce como ALBI”.

¿Quiénes eran los otros fotógrafos de aquella época en la ciudad?

“En la ciudad en ese momento establecidos con local estaba casi enfrente un poquito más allá de nosotros, la “fotografía Martín” de Don Antonio Martín, el papá de Mabel, ya en ese entonces habían empezado los fotógrafos socialeros, estaba también el gran amigo Bracco fotógrafo andarín, estaba el flaco Lagar, estaban también dos que no se conocían tanto, Antonio Lacerna y un señor de Alsina que empezó como un hobby y después fue parte de su vida, que es Davase, que era profesor, fotógrafo, vendedor de rifa, multifacético, otro gran amigo”.

¿Cuando llega la foto a color?

“El color en Argentina como todo llega medio atrasado, acá empezó en la década del 60, se hacía el color pero se recurría al diapositivo que luego se metía en un motorhome y se mandaba a relevar a Capital, primero se mandaba a Alemania, a Panamá, a otros países. Pero el negativo color para hacer la copia en papel no había en la Argentina, te tardaba un mes y medio, dos meses para hacer una copia”.

¿Y las cámaras como fueron evolucionando?

“En la década del 70 aparece la cámara 35 milímetros que fue la cámara de moda, fue un boom. La kodak fiesta me acuerdo que cuando se hizo el lanzamiento acá en la Argentina compre una caja de 65 docenas, hice una pirámide en la vidriera una semana antes de navidad con una promoción  y para el 24 me quedaban dos cajas, luego aparecieron la otras marcas y después empezaron los laboratorios a mecanizarse y el golpe grande fue cuando empezaron a poner los flashes chiquititos para la cámara 35 milímetros, que luego vinieron ya con la cámara incorporada, hasta que aparecieron las cámaras digitales y ahí se pudrió todo”.

¿Qué golpe duro, por un lado es todo más simple pero a las casa de fotografía la tecnología las destruyó?

“A mí ya semi retirado me dio una sensación linda porque eso fue un avance grande, pero pasa que se estaban aliando las grandes firmas fotográficas con las grandes firmas electrónicas para crear este nuevo sistema, se creó el nuevo sistema entonces esto quedó muy rudimentario, vos fíjate que la publicidad usted hoy está limitado a sacar 36 fotos imagínese sacando 200 o 300 era un montón, ahora son 4000 en una memoria, entonces la teoría que salió en una revista especializada en un artículo que nos llegó a nosotros es si hoy una persona está limitada a 36 fotos, cuando saque 200 va acopiar 150 y cuando saque 500 va a copiar 300, nada mas equivocado y cuando puedas sacar más va a empezar a no copiar, entonces esto es la debacle mundial de la fotografía”.

¿Para colmo se sumaron los teléfonos con cámara?

“Los teléfonos están matando a las grandes marcas. Las camaritas chiquitas se están dejando de fabricar, si bien las cámaras tienen un montón de ventajas, hoy se usan más los teléfonos porque lo tenes siempre encima y encima la cámara del teléfono es muy buena”.

¿Digamos tu negocio está en peligro de extinción?

“El negocio de la fotografía hoy no es más rentable en ningún lugar del mundo, la casa fotográfica antes laburaba todo el día a full con cumpleaños, con bebes, con gente grande, con novios, con jóvenes y hasta con la foto carnets, pero el progreso llevó a que la instituciones públicas saquen sus propias fotos carnets, entonces eso ya se perdió.

Las grandes corporaciones crearon un monstruo que se los  comió a ellos, como anécdota Kodak internacional quebró hará unos tres años y decir que quebró Kodak es lo mismo que decir que el rubro de las gaseosas haya quebrado Coca Cola, era impensable”.

¿Conservas un archivo de todo?

“Desde 1962 el año que empecé yo, porque el ALBI original, mi tío, no hacia sociales, cuando entre yo empecé a hacer sociales y trabajábamos muchísimo en la galería con placas grandes, pero en 35 milímetros lo tengo desde que inicie yo en el año 62.”    

Cierra Fotos Albi

 

Hace poco tiempo escribíamos una nota hablando de Roberto Tirelli y la titulamos «Tirelli, el nombre de la foto», pasaron unos meses y nos topamos con la noticia de que cierra Albi.

Roberto, decidió darle un cierre a la profesión de toda la vida y a un comercio de 70 años.

El cansancio, la crisis de la fotografía tradicional ante la digital, son algunos de los factores que lo llevaron a tomar esta difícil decisión.

A fin de septiembre, cerrará el local pero no dejará de custodiar, clasificar y poner en valor gran parte de nuestra historia en imágenes que atesora en organizados archivos por fecha, que ahora con más tiempo los ira revisando mientras gestione ante las autoridades la creación de la Fototeca Municipal.

En dialogó con BTI, Roberto expresó,

¿Cerras el negocio de toda la vida?

“Cierro un ciclo que tendría que haber cerrado tal vez un periodo antes, pero se fue prolongando y ahora ya tengo demasiada edad para seguir con esto, además la fotografía comercial está desapareciendo, ya no es redituable tener un negocio y yo ya tengo demasiados años en esto para seguir renegando entonces es hora de que se cierre un ciclo, bien, entero y listo».

¿Es doloroso y raro, porque es parte de la historia de la ciudad y encierra mucha de la vida social del pueblo?

«Y si te duele el alma dejar todo esto, yo hace 55 años y 3 o 4 meses que estoy acá y fotos ALBI esta de 1946 lo cual hablaríamos  de 70 años largos».

¿El progreso los dejó prácticamente sin trabajo?

«Yo viví la gran evolución de la fotografía, me tocaron justo esos años a mí, porque la fotografía desde principio de siglo hasta la década del 50 había avanzado muy lentamente y después se empezó acelerar hasta entrar la fotografía digital que es la que destruyó la fotografía en el mundo, ya no quedan negocios en Buenos Aires, en ninguna parte, la gente ya no hace más fotos- ya se van arrepentir-. Es como un sacerdocio lo que hago yo, y les digo; por favor saquen 400 o 1000 fotos en la cámara digital, hagan 10, sino las criaturas de hoy, los jóvenes de ahora cuando sean más adultos no va a tener una triste foto que mostrar más adelante en el tiempo».

¿Trataste siempre de que la gente nunca deje la foto en papel?

«Yo cuando lo digital arrancó me vi forzado a entrar a digital, cuando empezó digital tuve chiquitas nada mas,  lo que pasa es que yo saque la cuenta, lo que trabajaba y precisaba poner otra persona mas y me convenía que me la editara Kodak, Fuji y algunas otras compañías y ahora saque la cuenta lo mismo a lo que se trabajaba para hacer una inversión buena, para hacer una cosa grande».

¿Contas con un archivo histórico en imagenes que no se puede perder, que pensas hacer al respecto?

«Estoy planeando algo para poder mostrar el inmenso archivo que tengo, puede ser que alguna vez las distintas autoridades de nuestro pueblo se decidan a hacer la fototeca de Baradero, somos el pueblo más antiguo y tenemos fotos dispersas por todos lados. Porque yo soy una laucha que junta imágenes, pero no tengo la historia de todo».

¿El otro día vi esta foto tuya en vidriera que como foto periodística me parece que es la más importante que existe por la fuerza y el significado que tiene?

«Esa foto es la foto más simbólica del sacrilegio que se hizo en la municipalidad. Eso fue el año que empecé yo acá 1962, obviamente no había ni zoom, ni un pito, cámara 50 milímetros distancia focal y arréglate y empezó la demolición casi de golpe, pero fui y vi a este obrero rompiendo donde esta justamente el reloj detenido y se leía municipalidad 1902-1903 y este obrero rompiendo la fachada. Sí es un símbolo.»

¿Cuándo cerras?

«Yo hasta el 30 de Septiembre voy a estar en local, ahora cuando se anuncie formalmente seguro tomaremos contactos con esos trabajos que están un tanto atrasado, eso va a seguir vigente. La situación fotográfica del mundo fíjate vos que ya mis colegas han cerrado todos y yo no pude escapar a eso.”                

    

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Una de las mejores fotos periodísticas de Baradero: «La demolición» (Autor Roberto Tirelli)

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