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LaNoticia1.com accedió en exclusiva al relato de Juan, el hombre que recibió la hostia que hoy la Iglesia investiga como «milagro eucarístico». Contó que es la quinta vez que le pasa algo similar y que, desde su acercamiento a la fe católica, le sucedieron gran cantidad de cosas inexplicables. Asegura que la hostia, que está enmarcada y actualmente se encuentra en la Capilla San Benito de San Nicolás, es sanadora. El testimonio.

Juan tiene 60 años y fue la persona que recibió la hostia que sangra y que hoy está siendo investigada para ver si se trata de un milagro eucarístico. Nació en Tucumán, vivió José León Suárez, partido de General San Martín, y desde hace 14 años reside en Baradero y se dedica al transporte de pasajeros. Contó a LaNoticia1.com- y es la primera vez que lo hace ante un medio de comunicación- que no es la única vez que le sucedió, de hecho es la quinta hostia con gusto a sangre con la que le tocó comulgar, y que toda su vida estuvo marcada por “milagros” desde que se acercó a la religión el 18 de abril de 1998.

«Toda la vida fui católico», dijo Juan al describirse para comenzar a contar su historia. Sobre las hostias explicó que la que recibió en la Capilla de La Emilia «es la quinta» con gusto a sangre. «Yo las tragaba, porque sacarse la hostia de la boca es un sacrilegio», admitió pero afirmó que en todas esas ocasiones gente que estaba a su alrededor lo pudo comprobar. Enumeró que le pasó en «Santos Lugares en 1999; en la Inmaculada de José León Suárez, 2006; en la Capilla de Luján también de José León Suárez, en 2009 ó 2010».

La hostia que aún se conserva, y que está en estudio para ver si se trata de un Milagro Eucarístico, la recibe en La Emilia- localidad que pertenece al partido de San Nicolás de los Tres Arroyos-, en un viaje que hace después de Pascua en el año 2014. Quien le da eucaristía es un cura de Polonia que estaba en la capilla. «Cuando él me da la hostia yo sentí el mismo gusto- a sangre-, saco la lengua y le muestro a una chica que tenía al lado. Estaba manchada en sangre». Fue la misma joven que sacó un pañuelo y envolvió. «La guardamos y no dijimos nada».

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«La sellamos bien. Ese cuadrito anduvo dando vueltas por todos lados», contó al tiempo que agregó que con el tiempo el «cuadrito del milagro» comenzó a recorrer distintos hogares que sintieron el privilegio de tenerla en mano y lo extraordinario se hacía todavía más increíble cuando «en algunas casas sangraba, como que se ponía como carne la hostia y sangraba», todo dentro del enmarcado en donde la habían colocado en un principio. «A mi mujer le pasó», admitió al relatar que una tarde estaba rezando cuando le sucedió lo inexplicable.

Un año más tarde, en 2015, Juan vuelve a La Emilia y habla con el Obispo de la diócesis, Monseñor Héctor Cardelli, y le mostró el cuadro. «Esto es un milagro, hable con algún cura de Baradero porque esto es un milagro», recordó Juan ante este portal las palabras del religioso pero consideró que no fue escuchado en por el párroco su ciudad.

«En el año en 2016, llevo a unos chicos a San Nicolás y paso a dejarle el cuadrito a la familia Corbalán», recordó y mencionó que Sandra, la mujer que le deja la «hostia del milagro» también estaba el día que la recibió y que ya con el cuadro en su poder «lo llevó a capilla de San Benito y allí lo dejó».

«Un día voy con ella San Benito, me voy con este grupo, estábamos todos en la capilla. Estábamos comiendo y hay un chico Jano se llama. Y dice sale sangre del vidrio», expuso Juan sobre el momento crucial para que esta historia salga a la luz. Ante el asombro de todos, ya que la sangre era tanta que desbordaba el marco en la que estaba resguardada, propone que le pongan «una estampita» y vieron como la imagen «se manchaba con sangre». «Había muchísima gente viéndolo», dijo dando a entender que no se trata de una mentira sino de un verdadero milagro que ocurrió delante de los asombrados ojos de fieles que estaban en el templo.

Con gran emoción y por primera vez en la vida Juan, el hombre que se dedica al transporte de pasajeros, contó a un medio de comunicación las sorprendentes vivencias que tuvo a lo largo de su vida en cercanía de la religión. Detalló que vio cómo gente que estaba muy enferma tras el contacto con la hostia milagrosa se curaba. «Yo vi un hombre que era muy viejito, y estaba muy enfermo, pero después lo volví a ver y lo vi bien».

Nota y fotos: Lanoticia1.com

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