El ministro Ferrari confirmó que más de 800 penitenciarios fueron desplazados por «irregularidades» y «faltas graves». A otros 5000 se les abrieron sumarios por haber protagonizado diversos actos de corrupción

De acuerdo a datos de la auditoría civil que investiga desde hace seis meses al Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) hasta el momento fueron apartados 847 agentes penitenciarios y se sumarió a unos 5000 más por abandono de servicio y faltas graves, entre otros hechos. Aunque no todos esos sumarios terminarán en expulsiones, en los próximos meses los despedidos llegarían a 1000.

Además fueron removidos 64 jefes: cinco de la plana mayor, nueve subsecretarios generales, seis jefes de complejo, ocho secretarios y 36 directores de unidades. «No hay resentimiento en las unidades porque la principal cantidad de personas que sacamos fueron del orden administrativo y algunos altos jefes», aseguró Ferrari.

Lo que sorprendió al ministro fue la cantidad de agentes penitenciarios que tenían causas penales y seguían cobrando el sueldo. «Lo que más me impactó fue encontrar que en una fuerza de seguridad había mucha gente condenada», dijo. «El penitenciario era un mundo que se autogobernaba», agregó Ferrari.

Según indicaron desde la cartera, cuando desde la auditoría lo empezaron a hacer se dieron cuenta de que la gran mayoría de las personas del área de salud penitenciaria (médicos, enfermeros, psicólogos) no cumplía el tiempo mínimo de trabajo que era de 25 horas semanales.

Durante la presentación de la reforma del SPB, la gobernadora ya había adelantado los lineamientos generales que regirían la intervención. «El sistema penitenciario de la Provincia funciona mal desde hace años y no se ha hablado de esto, nadie quiso reformarlo», dijo entonces Vidal quien además recordó que «hasta el 10 de diciembre del 2015 las fuerzas de seguridad se autogobernaban» con la llegada suya a gobernación «esto se terminó» ya que «parte de nuestro compromiso es también pelear contra la corrupción y el mal funcionamiento de estas fuerzas».

«Arrancamos con la ley de emergencia del sistema penitenciario, seguimos con el ordenamiento de cuestiones básicas: comprar colchones, candados, mejorar la alimentación. No creemos en las purgas porque no resuelven los problemas sino dar las peleas de fondo en contra de cómo funciona el sistema y eso requiere cambiar leyes», consideró la mandataria.-

Latecla.info

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