El Gobierno ha decidido disolver la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género en medio de la semana de «Ni Una Menos», a pesar del aumento de femicidios. La subsecretaría, la única entidad del Ejecutivo dedicada a combatir la violencia de género, será absorbida parcialmente por las carteras de Justicia y Derechos Humanos, dejando a su personal en incertidumbre y con posibles despidos masivos. Esta medida ha sido fuertemente criticada por organizaciones y activistas, quienes consideran que representa un grave retroceso en la protección de los derechos de las mujeres y diversidades. La ex titular de la subsecretaría, Claudia Barcia, renunció tras recibir la noticia por WhatsApp, señalando la desintegración del área como motivo. Las críticas se centran en el desmantelamiento de las políticas públicas destinadas a prevenir y asistir en casos de violencia de género, en contravención a la Ley 26.485, y las implicaciones negativas que esta decisión tendrá en las provincias y a nivel nacional.

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