El niño que en abril recibió dos disparos de arma de fuego cuando Alberto Lafuente cometió femicidio contra su madre, Mariela Figueroa, estuvo la semana pasada en la escuela secundaria 11, donde cursaba sus estudios. Fue a buscar su boletín y a saludar a sus compañeros. Tras las vacaciones, comenzará a cursar en la escuela Normal. El mes que viene comenzará tratamiento en el Garrahan para una nueva operación.

La semana pasada, Emerson Gómez fue a la escuela secundaria 11, que funciona en el edificio de la escuela 4, y se reencontró con sus compañeros de colegio, que a partir del regreso de las vacaciones de invierno, cuando él comience a cursar en la escuela Normal, serán sus excompañeros pero seguirán siendo sus mejores amigos.

Emerson fue herido el 19 de abril. E l15 de mayo volvió a San Pedro y el mes que viene, el 8 de agosto, volverá al hospital Garrahan para comenzar un nuevo tratamiento camino a una intervención quirúrgica, de tipo reparadora de las secuelas que le dejó haber recibido disparos de arma de fuego.

La visita a la escuela secundaria 11 Eduardo Depietri fue muy emotiva. Emerson fue a buscar el boletín y, de paso, fue al aula que compartía con sus amigos hasta que sucedió el hecho en el que resultó asesinada su madre, Mariela Figueroa.

Los familiares de Emerson contaron que el niño «anda muy bien», tras su exitosa recuperación. Su desenvolvimiento es normal, aunque, claro, debe cuidarse de no golpearse la cabeza, explicaron desde su entorno.

Además de su buen estado de salud, Emerson sobrelleva un proceso de recuperación emocional importante, tras haber presenciado el asesinato de su madre y haber sido él mismo víctima del femicida Alberto Lafuente. «Está con asistencia psicológica, hasta ahora la va llevando», señaló su familia.

Su abuelo Picho, sus tías Jacquelin y Anahí, y su padre, Diego, forman parte del círculo íntimo de contención del niño. A la escuela Normal irá junto a uno de sus primos, también parte del entorno que lo acompaña a diario. En el barrio Arcor, la escuela secundaria 11 y el Envión Depietri le quedaron grandes amigos y amigas.

Este jueves se cumplieron tres meses del femicidio de Mariela Figueroa. Pasaron 90 días desde aquel mediodía en que su expareja, Alberto Lafuente, la abordó en su casa del barrio Arcor y le descerrajó una serie de disparos de arma de fuego para asesinarla.

Ese mismo día, Lafuente se quitaba la vida en un cementerio privado, ante la tumba de su madre, tras varias horas prófugo. Ese jueves 19 de abril, Emerson Gómez, el hijo de Mariela Figueroa que el 15 de febrero había cumplido 12 años, era trasladado de urgencia a Pergamino, tras recibir dos balazos en la cabeza.

La tarea de los médicos de la Guardia local, del Hospital San Felipe de Pergamino y del Garrahan, en Capital Federal, permitieron una recuperación contra todos los pronósticos previos. A menos de un mes del episodio, Emerson ya estaba en su casa, donde fue recibido con emoción y alegría por familiares y amigos.

La Opinión Semanario

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