En Febrero de 2011, en un confuso episodio un policía le disparaba por la espalda a Lucas Rotela en la plaza Colón.

Herido de gravedad llega a la puerta de su casa y se desploma.

Miguel Rotela, su papá lo traslada al hospital y en el camino escucha de su hijo las palabras que quedarían grabadas a fuego en su mente: “Viejo pase lo que pase busca Justicia”

Y así fue, Miguel que nunca desesperó pero tampoco abandonó la lucha y la causa, se encuentra hoy cerrando el círculo consiguiendo condenar a quienes quisieron ocultar el caso de gatillo fácil.

“Le mintieron al fiscal, ocultaron pruebas, cambiaron los horarios, tuvieron memoria selectiva acordándose solo lo que a ellos le convenía” dijo Miguel a BTI y agregó: “el fiscal se enteró cuatro horas más tarde, querían ganar tiempo para que no le quiten la investigación y tirarle el fardo al fiscal”.

Rotela se refiere a los policías Franzoia que era el jefe de la comisaria, Benavidez el subcomisario y el agente Pio.

El tribunal de San Nicolás dio el veredicto en la causa por encubrimiento.

El primer acusado, Raúl Franzoia recibió dos años de condena en suspenso más cuatro años de inhabilitación en cargos públicos.

Al oficial Pio le dieron dos años de condena en suspenso.

Por último, Javier Benavidez fue condenado a tres años de cumplimiento efectivo. A éste se le suma una causa de corrupción.

“Quisiera que la condena sea más dura, pero teniendo en cuenta lo difícil que es condenar a policías por gatillo fácil y mucho más a sus encubridores estoy satisfecho” dijo Miguel y agregó: “tuvimos en contra al poder político, Franzoia era amigo del intendente Carossi y lo defendía  hasta que le robó las vacas, lo que demuestra que le preocupaba más unas vacas que la vida de un chico”.

Los policías terminan en un juicio oral y público a raíz de la denuncia del mismo fiscal que notó las irregularidades en la instrucción de la causa: “agradezco a los fiscales Manso y Granda por que hicieron el trabajo más difícil. Sin ellos esto hoy no sería una realidad” dijo Rotela

Para terminar la nota Miguel contó la situación más dolorosa que le toca vivir: “cuando ya tenían todas perdidas, después de querer ensuciarme a mí y a la memoria de mi hijo y de mentir Franzoia me vino a dar la mano” y para terminar dijo: “que la sociedad de Baradero sepa que lo que es, además de sínico Franzoia es un hijo de puta”

 

 

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