La mató a tiros y luego se disparó en la cabeza con una pistola Bersa calibre 22. La escena, un caso nuevo de femicidio que sacude por estas horas a los vecinos del barrio La France -al noroeste de la capital cordobesa-, fue presenciada por la hija de ambos, de 19 años.

Según informó el diario local La Voz, la víctima fue identificada como Patricia Gómez, de 53 años. El episodio habría comenzado con una fuerte discusión que la hija de este matrimonio escuchó desde su habitación y que intentó frenar, ya que el hombre amenazaba a su mamá con un arma de fuego.

Pero según pudieron reconstruir los investigadores, él empujó a la joven, impidiéndole intervenir, y fue entonces cuando disparó contra su esposa.

Según publicó el sitio Eldoce.tv en base al relato de la chica, tras disparale a la mujer, el hombre llevó el cuerpo al patio de la casa y le disparó nuevamente varias veces. Luego se suicidó.

Un vecino del barrio expresó a radio Mitre que entonces “la chica salió a la calle pidiendo ayuda”, y recordó algunos antecedentes de violencia de género, años atrás: “No recuerdo bien la fecha, pero el agresor también le había prendido fuego la casa”.

El femicida fue identificado como Alberto Bolomo, de 50 años. Tras dispararse en la cabeza fue trasladado al Hospital de Urgencias, donde falleció cerca de las 3 de la madrugada de este lunes.

Uno de cada cinco se suicida

Entre 2008 y 2017, 2.679 mujeres y niñas fueron víctimas de femicidio. Sus asesinatos estuvieron atravesados por escenarios de violencia de género. Seis de cada diez de esos femicidios fueron perpetuados por parejas o ex parejas de las víctimas. Y 483 femicidas se suicidaron después de asesinar a sus víctimas, según estadísticas que elabora la asociación civil La Casa del Encuentro, que visibiliza casos de violencia de género en todo el país. En promedio, se suicida un femicida por cada cinco femicidios cometidos.

​»El varón agresor tiene una obsesión con la mujer a la que agrede, a la que considera su objeto. Considera que le pertenece. Al asesinar a esa mujer, en una última demostración de todo el poder que tiene sobre ella, pierde también sentido su vida porque ya no hay objeto al que perseguir», le dijo a Clarín Ada Rico, presidenta de La Casa del Encuentro.

clarín.com

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