Alsina es, aparte de nuestra ciudad, la más poblada de las tres localidades que componen el Partido de Baradero. Y además cuenta con la especial particularidad de haber sido el corazón político de Baradero durante muchos años. De Alsina salieron varios concejales y nada menos que tres intendentes: don Pedro Carossi, de sucesivos mandatos y fallecido en ejercicio, Ricardo Montesanti, (luego diputado provincial como antes lo fuera «Machilo» Jiménez del mismo terruño) y Aldo Carossi, hijo de Pedro. En los últimos tiempos, además, fue elegida en más de una ocasión como escenario de películas importantes: la última de ellas, “La odisea de los giles”, tuvo gran repercusión. Años antes, en el film “Relatos Salvajes”, Alsina fue uno de los escenarios elegidos para rodar el capítulo del restorán ubicado a un costado de la Ruta Nacional Nº 9, donde Rita Cortese envenena a un comensal.
En cierta oportunidad, don Pedro Carossi colocó en su casa un timbre con una novedosa característica: el botón pulsador, confeccionado en un material rojizo y traslúcido, que además tenía una pequeña luz para que el botón resultara visible en la oscuridad y de ese modo poder encontrarlo más fácilmente.
La anécdota que narraremos ocurrió una noche sin luna, cuando de un bar salió un parroquiano que había estado un buen rato dándole al trago. Los efectos del alcohol eran evidentes: el hombre se había levantado con dificultad de su silla, había acomodado sus ropas un tanto desprolijas, y había enfilado derecho para la puerta de salida, aunque “derecho” es una forma de decir: el hombre había intentado varias veces embocar la salida. Por fin afuera, en el trayecto a su casa pasó por lo de Carossi, y entonces se aunaron las cosas: la noche oscura y el alcohol hicieron que el hombre, de andar tambaleante, se detuviera de repente y con voz un tanto estragada por la borrachera, mirando la roja luz del timbre, preguntara: “Disculpe… ¿me da fuego, Carossi?

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