Trabajo en red y articulado: claves para el éxito

Con el apoyo y tenacidad de varias instituciones públicas se dictó el primer curso técnico-productivo, en islas de Baradero, donde isleños intentan dar un paso cualitativo en la producción apícola del territorio. Durante los tres meses que tomó el curso, algunos de los temas tratados fueron población de la colmena, vivienda de las abejas, materiales, construcción, manejo y alimento, revisión periódica de la colmena, enfermedades, entre otros. Crónica de un curso que finalizó con éxito a pesar de muchas contingencias, hasta la de un tornado. 

Ante reiteradas demandas y pedidos de isleños sobre manejo de colmenas, la Oficina de Desarrollo (OD) de Baradero, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), planificó, gestionó y acompañó la realización de una capacitación muy sentida por los productores. La articulación con otras instituciones activas en la zona fue fundamental para poder cumplir con las clases pues el mal tiempo influyó muchísimo en su organización y logística en las islas.

Como parte de los objetivos propuestos en el  Proyecto Regional de Humedales del INTA Delta, la Ing. Ingrid Kaufmann – OD Baradero -, con el apoyo del Ing. Agr. Raúl Álvarez – Agente de Proyecto de Cambio Rural del INTA Delta – encaminaron las gestiones para la realización del curso.  El capacitador fue el perito apicultor Carlos Marano, quien abordó los temas técnicos y prácticos que tuvieron foco en población de la colmena, vivienda de las abejas, materiales, construcción, manejo y alimento de las abejas, revisión periódica de la colmena, pillaje y enjambrazón, traslado, formación de núcleos, enfermedades y celdas reales, entre otros.

El lugar de encuentro fue la escuela de islas del paraje “Los Laureles”, Escuela N° 27, cuya Directora, Cristina Gacitua, fuerte impulsora de las actividades que aporten al desarrollo y bienestar de los pobladores isleños, manifestó su interés y colaboración desde el primer momento.

La escuela de isla “Los Laureles”, uno de los pocos lugares que reúne a la comunidad de la zona, se encuentra aproximadamente a 10 km de la ciudad de Baradero en línea recta y la única manera de llegar es por río. Por ejemplo, la lancha escolar que transporta a los docentes, desde el puerto de Baradero, y recolecta en el trayecto a los alumnos en cada muelle por el río del mismo nombre y el río Paraná, tarda 3 horas de viaje (y 3 de vuelta). Durante los 3 meses que duró el curso, la lancha de la escuela también transportó en su recorrido a todos los integrantes de la capacitación.

Los 20 isleños asistentes al curso, se hicieron presentes en la escuela todos los martes, excepto 2 de ellos que fueron muy ventosos y lluviosos: particularmente el 18 de septiembre, día en que se tuvo que dar la vuelta a más de medio camino recorrido debido a los fuertes vientos del sudeste que hamacaban la lancha peligrosamente y con perspectivas de que el clima empeore.

 

Al mal tiempo buena articulación

El mal tiempo también desfavoreció la práctica que contempló el curso con los núcleos que se ubicaron detrás del colegio, para lo que se tuvo que contratar una lancha exclusivamente para el traslado de las abejas vivas. Gracias al interés y la preocupación de algunos alumnos del curso, los núcleos tuvieron su caballete de una semana a la otra, alimentación y cuidado adecuado y fueron levantados y acomodados nuevamente por los isleños, luego de sufrir el paso del tornado de fines de octubre, que voló el techo del destacamento aledaño y dejó a varias familias a la intemperie. Sin embargo, esto no frenó la continuidad de las prácticas, sólo las demoraron unos días pues sobre el final de las capacitación ese fuerte viento fue un recuerdo. 

Para completar el curso y brindar todos los materiales necesarios para las prácticas, fue fundamental la participación de la técnica del Ministerio de Desarrollo Social de Nación, Evangelina Lucero, que facilitó el material vivo como los cajones, cuadros, cera, alambradores, trajes de apicultor, ahumadores. También, un apicultor de la zona brindó material para facilitar el comienzo de  las prácticas.

Otro dinamizador clave para el desarrollo de esta actividad fue el Inspector de Educación de Baradero, Néstor Arévalo, quien avala y promueve este tipo de capacitaciones; en este particular  simplificó la gestión de permisos de transporte ya que los materiales (salvo las abejas) y los integrantes del curso se trasladaron con la lancha de la escuela, único transporte público en la zona nexo con el continente.

Además, la enfermera de isla, Laura Savoy, capacitó sobre las consecuencias de picaduras de abejas, síntomas y primeros auxilios para actuar y tener los recaudos necesarios que demanda esta actividad productiva.

En este sentido, no menor fue el apoyo de la Municipalidad de Baradero y del Ministerio de Educación en lo referente a logística y difusión.

Reflexiones en primera persona

“Tuvimos que sortear unas cuantas dificultades, que son propias del territorio, pero que se hicieron sentir con más fuerza ante un evento que requería continuidad y articulación  de varias instituciones. Sin embargo, comprobamos una vez más que el recurso más valioso es el humano ya que la buena predisposición, el empuje y la vocación prevalecieron y fueron indispensables para el logro de la actividad”, manifestó Ingrid Kaufmann de la OD Baradero, quien agregó: “Quedan anécdotas y muchos aspectos para mejorar pero es grato percibir que el trabajo en red y articulado de distintos actores sociales y organizacionales es posible y, lo más importante, llega a la gente”.

 

Para mayor información:

 

Oficina de Desarrollo Baradero – (011) 15 3044-6681 –  [email protected]

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