Una joven mujer de nuestra ciudad, en algún momento creó una página en las redes sociales que decidió llamar Dona Cabello a los efectos de colaborar con las mujeres que, a partir de un tratamiento anticancerígeno mediante la quimioterapia, necesitan usar una peluca. Sucedió que alguien, también de Baradero, sin saber que detrás de la página había gente de la misma ciudad, sugirió comenzar a fabricar acá las pelucas que, hasta ese momento, se hacían en otro lugar.

A partir de allí comenzaron a dedicarse a pleno a la tarea logrando el concurso de voluntarias y muchas donaciones de cabello con el cual se inició la confección de las pelucas.

La organización se llamó Pelucas Solidarias y llegó a ser reconocida en el ámbito nacional cuando resultó distinguida por su labor.

En los últimos meses hubo algunas diferencias de criterio entre las integrantes del grupo solidario lo que provocó una escisión y ahora existen dos grupos trabajando en lo mismo. Las diferencias no fueron abismales, al punto que ambos grupos funcionan en el mismo ámbito, solo que en diferentes horarios.

El Diario estuvo el sábado último en el local de la sociedad San Vicente de Paul y fue testigo del denodado esfuerzo de estas mujeres que dedican semanalmente cuatro horas de su vida a la solidaridad y quiso la suerte que, en ese momento, una joven mujer procedente de Hurlingham, estuviera en el lugar aguardando la presencia de una peluquera que, también de manera solidaria, es decir, sin percibir nada más que el agradecimiento, llegaría para cortar de forma profesional el cabello de la donante, cosa que sucedió minutos más tarde.

Todos los días llegan a Baradero, correo mediante, sobres conteniendo cabello donado por mujeres de todos los puntos cardinales del país, ese cabello luego es usado para hacer las pelucas que, en carácter de préstamo, se otorgan a mujeres que las necesitan y que luego de recuperar el pelo propio, devuelven a sus depositarias, que actualmente poseen un banco de alrededor de una veintena de ellas listas para ser entregadas.

Las pelucas se confeccionan con técnicas que han ido mejorando con el paso del tiempo para ser usadas por muchas mujeres que no poseen los $ 20.000 que cuesta una de las que ofrecen las casas especializadas.

Lo que suma vale y éste es el caso del grupo de mujeres que por solidaridad y amor a quienes necesitan ayuda, trabaja sin pausa.

El Diario de Baradero

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