Desde 1930 (y siguieron hasta mediados de los ’90), los edictos que hablaban de sexualidades “inmorales” validaron la persecución y el abuso de las fuerzas represivas. ¿Cuántos de los 30.000 tenían sexualidades disidentes como para armar una cifra veraz? No lo sabemos. Pero tenemos un testimonio del libro publicado en 1987 por Carlos Jáuregui (La homosexualidad en la Argentina, editorial Tarso) donde el fundador de la CHA cuenta que el rabino Marshal Meyer, miembro de la Comisión Nacional de los Desaparecidos, le aseguró que unos 400 homosexuales figuraban en una lista de la dictadura. También lo repite en una entrevista publicada por la revista NX en marzo de 1996: “La Comisión había detectado en su nómina de diez mil personas desaparecidas a 400 homosexuales”.

“El régimen genocida encabezado por Videla, Massera y Agosti tuvo especial ensañamiento con el colectivo lgbt y aplicó las más terribles técnicas de tortura y vejación, en especial con las personas trans (travestis, transexuales, transgéneros). Hoy, a 39 años de aquel terrible momento, nuestro país avanza positivamente en la construcción de una democracia que amplía derechos, reconoce libertades y restituye dignidad a sus ciudadanas y ciudadanos”, recordaba la Federación Argentina LGBT en el 2015.

Aunque no tengamos cifras exactas, podemos afirmar que la dictadura fue un golpe desarticulador para los movimientos feministas y de visibilización homosexual que estaban activando desde fines de los ’60, entre otros, el Frente de Liberación Homosexual, Nuestro Mundo, Eros, Profesionales, Safo y Emanuel. Lo que hagamos en el presente pensando en el futuro es la parte que nos toca. “No los conocimos. No los conoceremos jamás. Son, solamente, cuatrocientos de los treinta mil gritos de justicia que laten en nuestro corazón”, dijo Jáuregui.

NO OLVIDEMOS QUE TAMBIÉN LA COMUNIDAD LGBT FUE PERSEGUIDA ESPECÍFICAMENTE Y TORTURADA CON ESPECIAL SAÑA EN EL ÚLTIMO GOLPE ECLESIÁSTICO CÍVICO MILITAR PORQUE NUESTROS DESEOS E IDENTIDADES IBAN EN CONTRA DE LA MORAL Y LAS BUENAS COSTUMBRES.

Comentarios de Facebook