Su cómplice recibió pena en suspenso y un tercero fue absuelto

 “Encima de vieja, mentirosa”, le dijo uno de los asaltantes a la funcionaria Sara Derotier de Cobacho

Un policía y su cómplice fueron condenados, en el marco de un juicio abreviado, por el golpe armado en la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense, ocurrido el 30 de diciembre de 2009 en La Plata. El tercer sospechoso fue absuelto. Una de las personas mencionadas en la causa fue asesinado (ver aparte). Para la Justicia se acreditó el robo de información sobre delitos de lesa humanidad pero la acusación no prosperó porque nadie impulsó el proceso, confirmaron fuentes del caso a Diagonales.

El ex policía Juan Manuel Mateos y Gastón Derrito fueron condenados a cuatro años de cárcel y tres de prisión en suspenso, respectivamente, por el golpe armado en la mencionada repartición oficial. En tanto, el tercer procesado, Luciano Rodrigo Caro, fue absuelto.

La resolución de este caso se dio por un acuerdo entre las defensas y el fiscal de juicio, Rubén Sarlo. Ante este panorama, el juez Ernesto Domenech resolvió en base a los planteos de las partes durante la apertura del debate oral que, finalmente, quedó trunco.

CONDENAS. El juez Domenech dio por probado que Mateos y Derrito fueron los delincuentes que ingresaron a la sede de la Secretaría de DD.HH., ubicada en la esquina de 8 y 53, donde a punta de pistola se apoderaron de una cadenita de oro, una notebook y varios CD’s con información sobre crímenes de lesa humanidad y genocidas, una cámara de fotos y once mil pesos –todo propiedad de la funcionaria Sara Derotier de Cobacho–, y de otros diez mil pesos guardados en la caja fuerte del organismo.

Luego, Mateos fue hasta el comercio de Caro, a quien le vendió la notebook y la cámara de fotos, por las que pagó con pirotecnia.

Al día siguiente Juan Farías llegó al local de Caro y le informó la detención de Mateos para que devuelva los objetos robados. El comerciante dijo que los había mandado a Mar del Plata y horas después los recuperó. Esa coartada fue probada y el comerciante fue absuelto. Hasta ahí la versión oficial plasmada en el expediente.

Sin embargo, el hallazgo de la notebook y la cámara de fotos se realizó en circunstancias poco claras, donde se vieron entremezclados funcionarios de la DDI La Plata y tuvo que intervenir el juez de Garantías César Melazo.

Otro de los puntos oscuros del caso es el monto robado de la Secretaría de DD.HH. La versión oficial indica $ 21.000, sin embargo surgieron datos que del organismo oficial se habrían robado cerca de $200.000, punto que nunca fue aclarado en la investigación penal.

Ayer, la justicia dictó la sentencia sólo por el robo del dinero y de los objetos, pero sobre el robo de información clasificada de la notebook (violación de secreto) nada se estableció, ya que el particular damnificado “no instó a la acción penal”, es decir, no hubo denuncia formal.

La información robada databa sobre el ex comisario represor Luis Abelardo Patti, legajos de la Fuerza Aérea Argentina junto a relatos de testigos y víctimas de delitos de lesa humanidad y de policías corruptos.

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