A raíz de los lamentables sucesos trágicos que como sociedad vivimos, desde BTI, decidimos hacer un aporte para el tratamiento de las personas con cuadros depresivos que pueden derivar en conductas suicidas. El Hospital Municipal Lino Piñeiro cuenta con un gabinete de psiquiatría al que podes consultar por vos, un familiar o un conocido que esté transitando un cuadro depresivo y muestre algunas de las características que a continuación te mostramos.
Trastorno de salud mental que se caracteriza por depresión persistente o pérdida de interés en las actividades, lo que puede causar dificultades significativas en la vida cotidiana.
Un médico profesional puede tratarla
Rara vez se requieren análisis de laboratorio o estudios de diagnóstico por imágenes
Las causas posibles incluyen una combinación de fuentes biológicas, psicológicas y sociales de angustia. Cada vez son más las investigaciones que sugieren que estos factores pueden ocasionar cambios en la función cerebral, como la actividad anormal de ciertos circuitos neuronales en el cerebro.
El sentimiento de tristeza permanente o la pérdida de interés que caracterizan a la depresión grave pueden provocar una variedad de trastornos emocionales y físicos. Pueden incluir trastornos en hábitos del sueño, apetito, nivel de energía, concentración, comportamiento diario o autoestima. La depresión también puede asociarse con pensamientos suicidas.
El tratamiento principal son los medicamentos, la terapia conversacional o una combinación de ambos. Cada vez son más las investigaciones que sugieren que estos tratamientos pueden normalizar los cambios cerebrales asociados con la depresión.

Depresión: apoyar a un familiar o amigo

Ayuda a un familiar o amigo que padece depresión a recibir tratamiento y encontrar recursos.

Ayudar a una persona con depresión puede ser todo un desafío. Si una persona cercana sufre depresión, es posible que sientas impotencia y que te preguntes qué debes hacer. Aquí te explicamos cómo brindar apoyo y comprensión, y cómo ayudar a que tu ser querido reciba los recursos que necesita para afrontar la depresión. Puedes hacer lo siguiente:

Aprende acerca de los síntomas de la depresión

Los signos y síntomas de la depresión varían de una persona a otra. Estos pueden ser:

  • Sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza
  • Arrebatos de enojo, irritabilidad o frustración, incluso por asuntos de poca importancia
  • Pérdida de interés o placer por la mayoría de las actividades habituales o todas, como las relaciones sexuales, los pasatiempos o los deportes
  • Insomnio o dormir demasiado
  • Cansancio y falta de energía, por lo que incluso las tareas pequeñas requieren un esfuerzo mayor
  • Cambios en el apetito: falta de apetito y adelgazamiento, o más antojos de comida y aumento de peso
  • Ansiedad, agitación o inquietud
  • Lentitud al razonar, hablar y hacer movimientos corporales
  • Sentimientos de inutilidad o culpa, fijación en fracasos anteriores o sentimiento de culpa por situaciones de las que no eres responsable
  • Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
  • Pensamientos frecuentes o recurrentes sobre la muerte, pensamientos suicidas, intentos de suicidio o suicidio
  • Problemas físicos inexplicables, como dolor de espalda o de cabeza

Para muchas personas con depresión, los síntomas suelen ser lo suficientemente graves para causar problemas evidentes en las actividades cotidianas, como el trabajo, la escuela, las actividades sociales o las relaciones con otras personas. Otras personas pueden sentirse infelices o tristes en general sin saber realmente por qué. Los niños y los adolescentes pueden mostrar signos de depresión al estar irritables o malhumorados en lugar de tristes.

Promueve el tratamiento

Las personas con depresión pueden no reconocer o estar conscientes de su depresión. Quizás no reconozcan los signos y síntomas de la depresión, por lo que pueden pensar que lo que sienten es normal.

Muy a menudo, las personas sienten vergüenza de su depresión y creen erróneamente que pueden superarla solo con la fuerza de voluntad. Pero la depresión rara vez mejora sin tratamiento, e incluso puede empeorar. Con el enfoque de tratamiento adecuado, la persona que quieres puede mejorar.

Para ayudar a esa persona, puedes hacer lo siguiente:

  • Habla con esa persona sobre lo que has notado y por qué estás preocupado.
  • Explícale que la depresión es una enfermedad, no un defecto ni una debilidad personal, y que generalmente mejora con el tratamiento.
  • Sugiérele que busque ayuda de un profesional: un médico o un proveedor de atención de la salud mental, como un consejero o psicólogo habilitado.
  • Ofrécele tu ayuda para preparar una lista de preguntas con el fin de discutirlas en una primera cita con el médico o proveedor de atención de la salud mental.
  • Exprésale tu disposición a ayudar organizando las citas médicas, acompañándolo a estas y asistiendo a las sesiones de terapia familiar.

Si la enfermedad que padece tu ser querido es grave o potencialmente mortal, ponte en contacto con un médico, un hospital o con los servicios médicos de urgencia.

Identifica los signos de advertencia de empeoramiento de la depresión

Cada persona padece la depresión de un modo diferente. Presta atención a tu ser querido. Aprende cómo afecta la depresión a tu familiar o amigo, y qué hacer en caso de que empeore.

Ten en cuenta lo siguiente:

  • ¿Cuáles son los signos y síntomas de depresión que manifiesta habitualmente tu familiar o amigo?
  • ¿Qué conductas o lenguaje observas cuando la depresión empeora?
  • ¿Qué conductas o lenguaje observas cuando la persona afectada se siente bien?
  • ¿Qué circunstancias desencadenan episodios de depresión más grave?
  • ¿Cuáles son las actividades de más ayuda cuando la depresión empeora?

Cuando la depresión empeora, debe tratarse cuanto antes. Alienta a tu ser querido a trabajar con el médico o el proveedor de atención de la salud mental para elaborar un plan con los pasos que debe seguir cuando los signos y síntomas alcanzan determinado punto. Como parte de este plan, es posible que tu ser querido necesite:

  • Comunicarse con el médico para hablar sobre ajustar la dosis de los medicamentos que toma o cambiarlos
  • Ver a un psicoterapeuta, como un asesor autorizado o un psicólogo
  • Adoptar pasos de autocuidado, como comer alimentos saludables, dormir lo suficiente y estar físicamente activo

Conoce los riesgos de suicidio

Las personas que sufren depresión corren más riesgo de cometer suicidio. Si un ser querido sufre una depresión grave, prepárate para la posibilidad de que, en algún momento, sienta deseos de suicidarse. Tómate en serio todos los signos de conducta suicida y actúa de inmediato.

Adopta medidas, si fuera necesario:

  • Habla con la persona sobre tu preocupación. Pregúntale si ha pensado en suicidarse o si tiene planificado cómo hacerlo. Tener un plan concreto indica que existe una mayor probabilidad de intento de suicidio.
  • Busca ayuda. Comunícate con el médico, el proveedor de atención de la salud mental u otros profesionales de cuidado de la salud de la persona. Avisa a otros familiares o amigos cercanos sobre lo que ocurre.
  • Asegúrate de que la persona esté en un entorno seguro. En lo posible, retira los objetos que podría usar para suicidarse. Por ejemplo, retira o guarda bajo llave las armas de fuego, otros tipos de armas y los medicamentos.
  • Llama al 911 o al número local de emergencias inmediatamente si la persona está en peligro de lastimarse o suicidarse. Asegúrate de que alguien permanezca con esa persona en todo momento.

Presta atención a cualquier signo de advertencia de suicidio

Infórmate y presta atención a cualquier signo de advertencia frecuente de suicidio o de pensamientos suicidas:

  • Hablar acerca del suicidio; por ejemplo, hacer afirmaciones como «voy a matarme», «quisiera estar muerto» o «desearía no haber nacido»
  • Obtener los medios para un intento de suicidio, como comprar un arma o almacenar píldoras
  • Evitar el contacto social y desear estar solo
  • Tener cambios de humor, como pasar de estar eufórico un día a estar profundamente desalentado al día siguiente
  • Preocuparse por la muerte, por el hecho de morir o por la violencia
  • Sentir desesperanza o impotencia ante una situación
  • Aumentar el consumo de alcohol o de drogas
  • Sufrir cambios en la rutina normal, por ejemplo, cambios en la alimentación y en los horarios de sueño
  • Hacer cosas riesgosas o autodestructivas, como consumir drogas o conducir con imprudencia
  • Regalar las pertenencias o dejar en orden los asuntos materiales sin motivos lógicos para hacerlo
  • Despedirse de las personas como si la despedida fuera definitiva
  • Presentar cambios de personalidad o estar sumamente ansioso o agitado, en particular al tener algunos de los signos de advertencia antes indicados

Brinda apoyo

Recuerda que la depresión de tu ser querido no es culpa de nadie. No puedes solucionar la depresión de la persona, pero tu apoyo y tu comprensión pueden ayudar.

Qué puedes hacer por tu ser querido:

  • Fomenta que siga con el tratamiento. Si un familiar o un amigo tuyo están en tratamiento para la depresión, ayúdales a recordar que tomen los medicamentos recetados y que asistan a las citas médicas.
  • Disponte a escuchar. Hazle saber a tu ser querido que deseas comprender cómo se siente. Cuando la persona quiera hablar, escucha con atención, pero evita dar consejos u opiniones o juzgarla. Tan solo escuchar y ser comprensible puede ser una poderosa herramienta de curación.
  • Brinda un refuerzo positivo. Las personas con depresión pueden juzgarse duramente y encontrar errores en todo lo que hacen. Recuérdale a tu ser querido sus cualidades positivas y cuánto significa esta persona para ti y para otros.
  • Ofrece ayuda. Es posible que tu familiar o tu amigo no puedan ocuparse bien de ciertas tareas. Dale sugerencias acerca de tareas específicas que estarías dispuesto a hacer o pregunta si hay alguna tarea en particular de la que te podrías encargar.
  • Ayuda a crear un entorno con poco estrés. Crear una rutina regular puede ayudarle a una persona con depresión a sentir que tiene más control. Ofrécele hacer un horario para las comidas, los medicamentos, la actividad física y el sueño, y ayúdale a organizar las tareas del hogar.
  • Alienta la participación en prácticas espirituales si es adecuado. Para muchas personas, la fe es un elemento importante para recuperarse de la depresión, ya sea a través de la participación en una comunidad religiosa organizada o de creencias y prácticas espirituales personales.
  • Haz planes juntos. Pídele a tu ser querido que vayan juntos a dar un paseo, que vean una película juntos o que hagan juntos algún pasatiempo u otra actividad que antes disfrutaba. Sin embargo, no intentes obligar a la persona a que haga algo.

Qué puedes hacer por ti mismo:

  • Infórmate acerca de la depresión. Cuanto mejor comprendas qué causa la depresión, cómo afecta a las personas y cómo se puede tratar, podrás hablar mejor con la persona que te importa y ayudarla.
  • Cuídate. Apoyar a alguien con depresión no es fácil. Pídeles a otros familiares y amigos que te ayuden, y toma medidas para prevenir la frustración, así como el agotamiento. Busca tu momento para los pasatiempos, la actividad física, los amigos y la renovación espiritual.
  • Por último, sé paciente. Los síntomas de la depresión mejoran con el tratamiento, pero esto puede llevar tiempo. Encontrar el mejor tratamiento podría requerir probar con más de un tipo de medicamento o de abordaje de tratamiento. Para algunas personas, los síntomas mejoran rápidamente después de comenzar el tratamiento. Para otras, demorará más tiempo.

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