La cuarta edición del Rock en Baradero se caracteriza por la variedad de bandas y estilos. De la potencia del viernes a la fiesta del sábado. De Carajo, Iorio y Massacre a Kapanga, Los Caligaris y Turf. La nueva generación fue comandada por grupos como Bestia Bebé, Bándalos Chinos y Usted Señalemelo, pero hubo un artista, que hace más show que música, que dio mucho que hablar en la jornada del sábado: Louta.

El performer plástico de 23 años, hijo de Diqui James, fundador de las compañías teatrales Fuerza Bruta y De La Guarda, deslumbró con un show totalmente diferente. Desplegando una furiosa coreografía, generó un clima de videoclip en una performance que finalizó con él dentro de una burbuja que, en vez de alejarlo de la realidad, lo acercó más que nunca al público.

Con su usual atuendo de chomba celeste y pantalón negro, engominado y con mirada seria, parece un marine estadounidense. Se mueve a veces como un robot, pero también exhibe su visible destreza para aplicarse a las coreografías que monta con otros dos bailarines que se mueven con mucha coordinación y una vestimenta y peinado ultra prolijo.

Luego de bailar entre plantas, sillones y banquitos, Louta realizó su tradicional baile dentro de una burbuja plástica y desató el delirio de la gente, en uno de los momentos más notables y vistosos de su espectáculo.

La revelación del under de 2017 comenzó este año con un show en Punta del Este y se perfila como una de las grandes atracciones de 2018. Hay que ver si repite lo que hizo en el último Lollapalooza, donde terminó con un stage diving entre 1.500 personas a las dos de la tarde, sin siquiera estar anunciado en el lineup

Tomás Marcó del Pont (La Nación)

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