Bajo las dos palabras «reforma previsional», el gobierno de Mauricio Macri y sus cómplices esconde una verdadera tropelía en contra de los intereses de la clase pasiva de nuestro país que resultará gravosamente perjudicada si, como se presume, el proyecto de «reforma» es aprobado en la Cámara de Diputados de la Nación tras pasar casi ipsofacto por la de Senadores.

Las próximas horas resultarán decisivas y lo único que puede detener el robo al que serán sometidos los jubilados, sería que los diputados que llegaron a sus bancas, entre otras cosas, en nombre de la justicia social, cumplan con lo que pregonaron. Pero la experiencia de los últimos tiempos muestra que tal cosa rara vez sucede y se teme que la ley pase por Diputados igual o casi a como lo hizo en Senadores.

La aprobación de la «reforma» significará que cada jubilado tenga menos dinero en sus bolsillos en un panorama de escasez acentuado por la suba de precios de los últimos años, muy especialmente el de los medicamentos y alimentos, los dos rubros más sensibles que afectan la economía del jubilado a los que ahora se suman, desde la llegada al poder de Cambiemos, el brutal aumento de los servicios públicos que lleva las cifras de las facturas a guarismos inalcanzables.

Menos dinero se sabe que, pese a los dichos del diputado Tonelli, significa menos poder adquisitivo y por lo tanto se resentirán las ventas de los comercios, por supuesto que tal cosa tendrá repercusiones en todo el país.

En Baradero ¿qué se espera?

No hay una cifra exacta del número de jubilados que existen en nuestro partido, pero la ANSES estima que existen unos 5.500 que reciben estipendios de la entidad, pero hay además jubilados de la provincia, como maestros, policías, municipales y algunos de las fuerzas armadas por lo tanto no sería descabellado decir que hay entre 7500 y 8000 jubilados en Baradero que, si se aprueba la reforma, pasarán a dejar de gastar en una serie de rubros con lo cual se perjudican los comerciantes de nuestra ciudad ya que la cifra representa casi una cuarta parte de la población total de nuestro partido.

Debe tenerse en cuenta que, paralelamente, las tasas han continuado en alza y no será para nada extraño que sean cada día más los vecinos que dejen de abonarlas ya que comer, por supuesto, como ha sido siempre, será prioritario y las arcas municipales, que no están precisamente florecientes, se verán afectadas. En ese caso la comuna deberá recurrir al auxilio del gobierno provincial que, para proveer ayuda solicitará a cambio, como ya lo está haciendo, la disminución del plantel de empleados municipales.

G.M.

Comentarios de Facebook