La brutal y cobarde agresión contra el playero Arturo López, que ocurrió en noviembre de 2021, comienza a encontrar una resolución en la Justicia. Esta mañana, el juez Alejandro Villanueva decidió que Carlos A., el joven que lo golpeó, que en ese momento era menor de edad, es “responsable” del hecho que se calificó como “lesiones gravísimas”.

El fallo fue leído minutos después de las 11 en una sala colmada de amigos y familiares de la víctima, que aún se recupera neurológicamente de las lesiones que sufrió aquel día. Todavía no se conocerá a cuántos años de prisión será condenado el agresor. Recién cuando el fallo de hoy quede firme, se evaluará cuál será la pena correspondiente. Mientras tanto, el ahora condenado permanecerá en prisión domiciliaria como hasta ahora.

Las lesiones cerebrales que sufrió la víctima tienen alta probabilidad de irreversibilidad, con pérdida de la palabra y de la comprensión, enfermedad corporal ciertamente incurable e inutilidad permanente para el trabajo, según determinó la Justicia. Por otra parte, la agresión fue totalmente injustificada, ya que la defensa del imputado había planteado una supuesta provocación previa de la víctima que nunca existió. La defensa, por ejemplo, aseguró que Arturo insultó al acusado por pertenecer a la comunidad gitana, cosa que no ocurrió. Sin embargo, se descartó la intención de causarle la muerte a Arturo, lo que evitaba una imputación de tentativa de homicidio.

El hecho sucedió el viernes 19 de noviembre del 2021, cerca de las 17, en el garaje de la calle Moreno al 800, cuando López fue increpado por un adolescente que, según testigos, le reclamaba por un rayón que tenía su vehículo.

Las cámaras de seguridad muestran cómo el agresor, acompañado por otros dos jóvenes y su madre, caminó hacia la cabina de cobro y, de un momento a otro, golpeó a Arturo de forma sorpresiva. López recibió el impacto en el lado izquierdo de la cara, lo que provocó que cayera inconsciente e impactara fuertemente contra el suelo.

En los primeros días luego del hecho, nadie en la Justicia se preocupó por lo sucedido. Recién cuando el video se difundió en los medios, siete días más tarde, la justicia comenzó a investigar. Hasta ese momento, el atacante ni siquiera estaba identificado. Los investigadores tardaron 8 días hasta que descubrieron que el atacante se llamaba Carlos Manuel A. y que tenía 17 años.

Para cuando la policía fue a buscarlo, ya era tarde. El menor escapó ayudado por su familia. Hasta el día de hoy, su padre y su madre siguen justificando el hecho y le endilgan a la víctima una actitud agresiva que, durante el juicio, no fue refrendada por testigos ni se observa en cámaras de seguridad.

Carlos pasó 154 días prófugo. Fue ocultado de la Justicia durante varios meses en el interior del país. Cuando faltaba solo una semana para que cumpla los 18 años, fue entregado a las autoridades. A pesar de la oposición de la fiscalía y de la querella, que es llevada adelante por la esposa de Arturo, a principios de junio el agresor fue beneficiado con prisión domiciliaria.

De esta manera se llegó al juicio que comenzó el 9 de noviembre y hoy encontró su primera resolución.

Desde el ataque, la vida de Arturo y su familia cambió radicalmente. El hombre debió someterse a un proceso de rehabilitación para luchar contras las secuelas neurológicas que le dejó el golpe. Desde hace casi un año la vida de la familia de la víctima cambió por completo y, tanto su ex mujer como sus dos hijas, están abocadas a su cuidado y las visitas casi diarias en la clínica porteña en la que está internado.

Sus hijas contaron en varias entrevistas que ha mostrado avances, pero siempre se encargaron de aclarar que saben que no será nunca más la misma persona. López hoy va al gimnasio y hace terapia ocupacional. Si bien puede mantener una conversación, en ocasiones se muestra algo desorientado y de repente pierde el hilo conductor de la conversación. Su recuperación sigue pero la vida del playero cambió para siempre.

El proceso a Carlos A. es el primer juicio oral contra un menor de edad en la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires. La ley marca que ahora, la sentencia de Villanueva que encontró al atacante como “responsable”, deberá quedar firme. Una vez que eso suceda, se realizará una “audiencia de cesura” donde se fijará el monto de la pena.

El juez Villanueva, además, rechazó los argumentos introducidos por la defensa y la asesoría tutelar sobre estudios neurocientíficos relacionado con la ausencia de conformación completa de la corteza prefrontal en las personas menores de 20 años de edad, que según su hipótesis le habrían impedido al imputado reaccionar controladamente.

Infobae

 

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