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Su abogado dijo que está internado en terapia intensiva “con la mitad del cuerpo paralizado”. Afirmó que “delira y no sabe dónde está”. Está acusado de matar a su esposa, con la que atravesaba un conflictivo proceso de divorcio

El juicio oral por la muerte de Rosana Galliano (29) en enero de 2008, en el que está acusado su viudo José Arce (63) como instigador, comenzó el pasado 11 de abril. El jueves, en plena audiencia, el viudo sufrió una descompensación.

“Tuvo un ACV hemorrágico. Está internado en terapia intensiva, en el Hospital San José de Campana”, contó su abogado, Roberto Hermo. “Tiene paralizada la mitad del cuerpo izquierdo. Su doctor me dijo que es realmente grave. Delira, tiene momentos donde no sabe lo que dice, se pierde. No está ubicado en tiempo”, agregó.

Hermo vinculó el episodio al curso del juicio oral. “Él había llego mal a la sala, con dolor de cabeza. Estaba preocupado porque el tribunal pretendía apurar el cierre del debate cuando falta que declaren la mitad de los testigos”, advirtió el abogado. “Me dijo que ya lo juzgaron, que ya tienen la sentencia escrita”, comentó.

Arce está imputado por «homicidio calificado por el vínculo», en calidad de instigador, al igual que su madre, Elsa Aguilar (83), mientras que los hermanos Gabriel y Paulo Leguizamón -el único detenido- están acusados de ser los autores materiales.

¿Qué pasará ahora? “La lógica indica que se paralizará el juicio, pero no me quiero adelantar. Veremos la evolución de mi cliente y en base a eso decidiremos. Hay que esperar los resultados de una nueva tomografía que se le hará el lunes”, señaló Hermo. “Los médicos estiman que su recuperación no será en un corto lapso de tiempo”, añadió.

El crimen

Rosana fue asesinada la noche del 16 de enero de 2008, en su casaquinta del barrio El Remanso, en Exaltación de la Cruz, cuando la víctima cenaba con su hermana Mónica.

La mujer recibió a las 22.50 un llamado de Arce a su teléfono celular y, por tener poca señal, se vio obligada a salir de la casa, donde el asesino la ejecutó de cuatro balazos con una pistola.

Desde el inicio de la causa, el entonces fiscal Marcelo Pernici -ya fallecido- consideró que se trató de un crimen por encargo de Arce, con quien la víctima atravesaba un conflictivo proceso de divorcio.

Una de las declaraciones que más valoró el fiscal fue la de una testigo -de unos 50 citados- que aseguró que días antes del crimen de Rosana escuchó a Gabriel Leguizamón pedir un arma a través de un teléfono, luego lo vio reunido con Arce y su madre, y al término del encuentro el viudo aseguró: «Ya está todo arreglado».

Infobae.com

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