Los vecinos de calle Anchorena al 1200, entre Darragueira y Colombres, se encontraron con la novedad de que albañiles habían comenzado a demoler la cornisa de una casona donde por mucho tiempo funcionó una pizzeria.

También les llamó la atención por grietas que se generaron en el frente del local pensando en el riesgo que eso conlleva.

Alertado por los mismos vecinos, la dirección de obras del municipio, envió inspectores al lugar que detuvieron de inmediato el avance de la demolición.

Desde la dirección confirmaron que no hay ningún pedido de autorización para realizar alguna obra en ese lugar y van a ponerse en contacto con los propietarios para conocer el motivo de esta obra.

Recordemos que nuestro municipio tiene una ordenanza que protege los frentes de las construcciones dentro de un radio al que se llamó casco histórico.

Esta ordenanza expresa claramente que no se puede reformar o demoler los frentes sin previa autorización y control del municipio.

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